El más grande, el Gulliver de la historia del rock, se presentó en el día y a la hora prevista en el Poble Espanyol de Barcelona. Y como es costumbre por parte de este fenómeno único en el mundillo musical obsequió a los asistentes con otra lección de calidad junto a un larguísimo etcétera de calificativos que elogiarían, si cabe todavía más, su extensa e inigualable trayectoria....cuando te pones enfrente de este ejemplo de supervivencia es cuando mejor te das cuenta que otra vez, en directo o en estudio, es el dinosaurio que de forma más sobresaliente resiste desde la era mesozoica rocanrolera...
Apostaría porque pocos, muy pocos de los privilegiados concurrentes en la abarrotada plaza, a lo sumo contados con los dedos de una mano, no disfrutaron del espectáculo. Se puede decir alto y claro sin temor a equivocarnos que pasa el tiempo y este señor hace honor a su apellido. Transcurridos casi justamente tres años desde la última vez que un servidor comprobase en Biarritz su imperecedero estado de buena forma, y teniendo en cuenta que ahora ya cuenta con más de 70 palos en su cerviz, parece increíble el nivel que mantiene, algo así como un auténtico huracán que no deja de soplar y que consigue dejar sorprendidos, satisfechos y hasta incluso exhaustos a aquellos que deciden disfrutar de este atípico monstruo del rock ‘n’ roll. Hay que decirlo, Habemus Young.
Si hay algo que el que suscribe pudiera objetar sobre el evento que nos ocupa fue el injusto ninguneo de los temas pertenecientes al combativo “The Monsanto Years”, al fin y al cabo su excelente publicación más reciente, y máxime teniendo en cuenta lo bien que estaba escoltado por esos jóvenes cracks de Promise of The Real que también formaron parte esencial del mencionado álbum. Pero ojo, a esta deidad humana se le perdona todo, primero porque es él y segundo porque el arsenal que llevaba consigo fueron palabras mayores.
Vamos con el repertorio. El más grande utilizó más o menos y casi en el mismo orden el setlist que asombró en Madrid un par de días antes. Entre las variaciones “Love to burn”, “Revolution blues” y “Cortez The Killer” que sustituyeron respectivamente a “Down by to river”, “Like a hurricane” y “Love and only love”, mientras que como novedades agregadas se incorporaron a esta digna causa dos temazos de la talla de “Comes a time” y “Vampire blues”.
No podía haber mejor inicio que con una de sus primeras semillas, aquella primera mirada a la Madre Naturaleza que fue "After the gold rush". Poco después ablandaría más las almas y estremecería a todo quisqui con esa llamada de respeto a nuestro planeta que es “Mother Earth” (Natural Anthem)". Pues sí, por nuestros hijos, por generaciones venideras que suene muy frecuentemente.
Corazón y emoción. El oro puro es de 24 kilates, aquí hubo más peso al demostrar su inagotable resistencia a la oxidación con el clasicazo "Heart of gold". De ese oro del 72 también el valor que se ha de conceder a cada nuevo día en “Out on the weekend”, un lugar como “Alabama”, un recuerdo al ocaso de los yonkis y al amor hacia los seres humanos con "The needle and the damage done" para acabar completando un repóquer de “Harvest” con la evidencia de que en este caso la arruga es muy bella en “Words (between the lines of age)”.
Seguimos: la luz. El flechazo, ese que te hace vibrar y levitar a un palmo por encima de la superficie terrestre se mostró con "Comes a time", con ese trazo acústico de la vieja guitarra en la esperanza que se desvanece de "From Hank to Hendrix", con la llamada al respeto entre la gente de "Human highway", con aquella madre que espera el beso mágico de "Unknown legend" y con la necesidad de afecto y cariño de "Someday".
Exacto, nunca mejor dicho. Habíamos esperado todo el invierno con las entradas del concierto a buen recaudo y llegó la inmensa "Winterlong". Ella fue la que nos introdujo en el valle de los corazones para darle la mejor oportunidad al amor. Porque “Love to burn” fue lo mejor de la velada, opinión a la que se sumaron mis contertulios al finalizar el concierto coincidiendo que en esa histórica copla del “Ragged glory” estuvo la cima, la cúspide, el momento del orgasmo colectivo.
Más. "Mansion on the hill" por la paz y por el amor, “Revolution blues” por la tierra del sufrimiento, “Western hero" por aquel anónimo héroe de la Segunda Guerra mundial que luchó por un mundo mejor y “Vampire blues” por los que dicen que vienen buenos tiempos pero siempre te chupan la sangre.
Recta final y esos momentos en los que te acuerdas de algunas personas que habrían deseado estar allí. El himno de la resistencia ante el decadente sistema capitalista, el que tendría que sonar con la ansiada revolución que nunca llega, ese que intentan sacar rédito y provecho quienes son casi el polo opuesto de la cuestión. Insuperable “Rockin’ in the free world”, parece mentira pero el archiconocido y sobadísimo megatemazo sonó como nunca, insistiendo en su estribillo una y otra vez, cual si en el fondo estuviese denunciando la pasividad o la falta de empatía y solidaridad que afecta a tantos y tantos pobladores de cada país.
El final. Acabó con una espectacular revisión del cántico contra la colonización de los pueblos que es “Cortez The Killer”. Quizás más de uno se quedó con las ganas de un final más cañero pero nadie podrá negar que la cantinela de marras sonó endiablada, intensa, poseída y, sobre todo, gigantesca.
El recuerdo queda y crece, de la misma forma que en anteriores ocasiones. Aquel (ahora ya pasado) concierto de NEIL YOUNG fue un milagro, un asombroso sueño. El más grande nos insufló buenas dosis de actitud, vitalidad y energía. Cuando te pones enfrente de este ejemplo de supervivencia es cuando mejor te das cuenta que otra vez, en directo o en estudio, es el dinosaurio que de forma más sobresaliente resiste desde la era mesozoica rocanrolera. Durante algunos días resultará difícil escuchar otras músicas, otros artistas que no sean Neil Young, eso es lo normal hasta que se pueda diluir tanta intensidad. Mientras tanto podemos continuar agradeciendo y proclamando a los cuatro vientos que está vivo, que estamos vivos y que podemos contarlo. Habemus Young!!!
* Todas las fotografías publicadas son del archivo personal del redactor.
* Todas las fotografías publicadas son del archivo personal del redactor.
Que maravilla. Que set list dios mio....
ResponderEliminarQue envidia te tengo...
Que grande es el genio.
Abrazos.
Fue tremendo! todo!, los prolegómenos con pinchos e inmejorable compañía, el concierto, la copilla nocturna... Un gustazo ver al más grande y verlo con vosotros. Con ganas de repetir. Aún me dura la trempera.
ResponderEliminarMe alegro muchísimo que lo pasárais tan bien como los que asistimos a su bolazo en Madrid. El mejor concierto al que he asistido en mi vida, y son ya unos cuantos, y no creo que se vuelva a repetir otro de igual intensidad, a menos que vuelva a verlo de nuevo.
ResponderEliminarAbrazos para todos los camaradas.
JdG
Imposible que falle con el setlist, ni haciendolo a propósito, me quedo con el de Barna porque el de Madrid, igualmente grandioso, ya lo había escuchado en vivo salvo unos pocos cortes, en cambio en BCN tocó Comes a Time, Love to Burn, Vampire Blues, Revolution Blues y Western hero que no las he escuchado en vivo en ninguno de mis tres conciertos anteriores, disfrute mayúsculo con el indiscutibemente más grande de este invento. (para mi).
ResponderEliminarAbrazos.
Me alegro de todo corazón de que disfrutarais del concierto. Un año más me he quedado sin verlo. veremos si hay alguna más.
ResponderEliminarNos vemos en poco más de una semana.
Un abrazo!
Enhorabuena por todo, por la fortuna y por el artículo.
ResponderEliminarRenovándose con sangre joven, que se estaba quedando sin compañeros de viaje.
dientes lkargos y eso que no daba un patacon por esta neva version de neil . sus ultimos lps no me interesaron nada mas bien me aburrieron pero ceo q el directo ha sido otra cosa . fortuna
ResponderEliminarEnvidia sana, pero envidia. y encima, lo cuentas tan bien que ...
ResponderEliminar¿Que son 70 tacos? na de na pa un monstruo como Neil Young. Y que cumpla muchos más en este estado.
Gracias.
Saludossssssssss
Enorme. El mejor setlist en mucho tiempo, sin temas exageradamente largos por lo que veo
ResponderEliminarNo se puede entender el rock sin su presencia, nuestra conexión con el mundo de lo posible es él; hay que ir a verlo joder, toque donde toque. Un abrazo
ResponderEliminarSeguro que fue impresionante, que suerte los que lo pudisteis ver!
ResponderEliminarSaludos,
El mas grande de los 60 y 70 junto a Van Morrison.
ResponderEliminarGran setlist aunque a mi me faltan muchas,las esenciales : LIKE A HURRICANE , OLD MAN , HELPLESS , DOWN BY THE RIVER,COWGIRL IN THE SAND , CINNAMON GIRL o HARVEST MOON.
Enoblog
Envidia me dais, y la envidia no es sana, ya lo he visto en varios sitios.
ResponderEliminarNo hay que perder oportunidad de ver a este grande.
Saludos Johnny
Un concierto inolvidable. Abrazos friends.
ResponderEliminarHabemus Young y habemus por bastante tiempo creo. Yo le vi en Madrid y fue igualmente impresionante. Esos andares lentos para sentarse al piano al principio no hacian presagiar lo que se nos venia encima. Para recordarlo ....
ResponderEliminarDesde que publicaste las fotos de las entradas en el caralibro me imagine mil veces como seria tu reseña del concierto y viendo ahora la oportunidad aprovecho para felicitarte y envidiarte sanamente por el grato momento vivido . Saludos Crack !!!
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