...en esta ocasión, todo sea dicho, destaca una concienzuda producción por la que brillan más sus melodías de folk junto a matices psicodélicos que no hacen ascos al soul o al rock sureño...
Las vacaciones estivales pueden servir, entre otras actividades de ocio, para ponerse al día musicalmente sobre aquello que te vas dejando pendiente y con lo que se intuye que puedes conectar.
El segundo álbum de esta banda cántabra de Castro Urdiales era una cuenta a saldar. Y máxime teniendo en cuenta que nuevamente tuvo su especial relevancia en el último Festival de Frías (Burgos) que se celebró durante el primer finde del pasado mes de julio.
COPERNICUS DREAMS es, ahora, un quinteto con Igotz Garamendi (guitarra) y Maki Soto (bajo y voz) junto a Chus Gonzalez (compositor, voz y guitarra), Pablo Gil (teclados) y Javier Santurde “Txangu” (batería).
Con “The Honeymoon” exploran nuevamente esa música de raíces americana que definía su anterior “Sunrise” aunque en esta ocasión, todo sea dicho, destaca una concienzuda producción por la que brillan más sus melodías de folk junto a matices psicodélicos que no hacen ascos al soul o al rock sureño. Podría decirse también que ninguna canción destaca especialmente por encima de otra y que lo que resplandece en todo el disco es la madurez, homogeneidad e integridad.
Se inicia esta especie de animado viaje americano con “The Wedding may” para hacer una parada y brindar con esa balada que da titulo al disco. La otra balada del copón bendito a tener mucho en cuenta es “Cheers to those days”.
De Dylan a Traffic pasando por Small Faces, Tom Petty o los Jayhawks se asienta la línea a seguir con exquisiteces como “Mysterious woman” y “Even roses die”.
Entre soft-rock y rock sinfónico transita “Like a do”, y con detalles más souleros “How we miss you” y “For you from you”. A ellas se añade un homenaje a Chris Bell y Alex Chilton titulado “Big Star” para finalmente desbordarse en pasión y épica con el colofón de “Run baby run”.
"The honeymoon” es una celebración por la vida, por esas instantáneas que dejan su huella. Música de calidad para minorías, también para dejar los prejuicios o las malas influencias, para buscar el lado bueno de las cosas que nos ayude a superar momentos difíciles entre tanto convencionalismo y entre tantas suspicacias de un mundo a la deriva.
El segundo álbum de esta banda cántabra de Castro Urdiales era una cuenta a saldar. Y máxime teniendo en cuenta que nuevamente tuvo su especial relevancia en el último Festival de Frías (Burgos) que se celebró durante el primer finde del pasado mes de julio.
COPERNICUS DREAMS es, ahora, un quinteto con Igotz Garamendi (guitarra) y Maki Soto (bajo y voz) junto a Chus Gonzalez (compositor, voz y guitarra), Pablo Gil (teclados) y Javier Santurde “Txangu” (batería).
Con “The Honeymoon” exploran nuevamente esa música de raíces americana que definía su anterior “Sunrise” aunque en esta ocasión, todo sea dicho, destaca una concienzuda producción por la que brillan más sus melodías de folk junto a matices psicodélicos que no hacen ascos al soul o al rock sureño. Podría decirse también que ninguna canción destaca especialmente por encima de otra y que lo que resplandece en todo el disco es la madurez, homogeneidad e integridad.
Se inicia esta especie de animado viaje americano con “The Wedding may” para hacer una parada y brindar con esa balada que da titulo al disco. La otra balada del copón bendito a tener mucho en cuenta es “Cheers to those days”.
De Dylan a Traffic pasando por Small Faces, Tom Petty o los Jayhawks se asienta la línea a seguir con exquisiteces como “Mysterious woman” y “Even roses die”.
Entre soft-rock y rock sinfónico transita “Like a do”, y con detalles más souleros “How we miss you” y “For you from you”. A ellas se añade un homenaje a Chris Bell y Alex Chilton titulado “Big Star” para finalmente desbordarse en pasión y épica con el colofón de “Run baby run”.
"The honeymoon” es una celebración por la vida, por esas instantáneas que dejan su huella. Música de calidad para minorías, también para dejar los prejuicios o las malas influencias, para buscar el lado bueno de las cosas que nos ayude a superar momentos difíciles entre tanto convencionalismo y entre tantas suspicacias de un mundo a la deriva.
Mejoran los Copernicus su anterior entrega, un trabajo de producción excelente. Tuve la suerte de pasarme por el estudio con ellos y vivir un poco como se gestó el disco, así que lo he vivido muy de cerca desde el principio.
ResponderEliminarAbrazos.
solo lo he despachado por encima y creo q merece mas detenimiento por mi parte. un deber
ResponderEliminarHola, como podría comprar sus dos CDs?, he intentado contactar con ellos por e-mail varias veces pero no contestan.
ResponderEliminarGracias y un saludo,
buckeye
Prueba aquí, en este email: copernicusdreams@live.com
EliminarSaludos.
OK, muchas gracias Johnny, voy a probar a ver si tengo suerte.
ResponderEliminarUn saludo,
Que bien y que natural suena esta "The honeymoon song". Buscaré el CD.
ResponderEliminarGracias Johnny.
Saludosssssssssss
Gracias amigos, por comentar. Es muy recomendable esta banda. Abrazos
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