...no estamos ante un disco comercial pero sí ante un notable ejemplo de recogimiento y modestia que bebe principalmente del pop pero también del folk y de la psicodelia, con abundantes ángulos camuflados, matices mediterráneos e influencias dispares, desde Doctor Divago a Vainica Doble...


A partir de una bocanada de libertad como es “Benàmer”, el tema que sirvió de preludio promocional del álbum, adquiere consistencia homogénea el resto de unas melodías que, casi como reza la susodicha canción, acaban retorciéndose por la enredadera de unos sonidos que fluyen liberados de prejuicios, modas y estereotipos.
Si “Volver a caer” o “Los pescadores” son una colisión de emociones, tan marítimas como sixties, especialmente la segunda gracias a ese órgano acompañante, en “Confesionario” o “Bienvenidos a la guerra” revelan la esencia del pop más reflexivo y elaborado, aproximándose al post-punk o a una neopsicodelia que en “Las batallas” adquiere tintes épicos.
En tiempos de lumbreras, de crecidos y de mediocres que van cargados de miserias y de lentejuelas, una canción como la que da título al disco que nos ocupa se proyecta como una humilde representación simbólica sobre el ego de los artistas. Pero si tuviera que destacar creo que “Solo prometo decepcionar” es mi favorita. Me encanta ese verso de "la amabilidad no es más que una condena, prefiero arrastrarme por mi soledad que compartir vuestras cadenas".
Rematan el disco “Dos más” y “Ya”, auténticos ejercicios de nostalgia, de aquellos amigos en los bares, de aquellas inolvidables sensaciones de júbilo.
Con todo lo expuesto resulta evidente que no estamos ante un disco comercial pero sí ante un notable ejemplo de recogimiento y modestia que bebe principalmente del pop pero también del folk y de la psicodelia, con abundantes ángulos camuflados, matices mediterráneos e influencias dispares, desde Doctor Divago a Vainica Doble. Un trabajo perteneciente a la buena escuela nacional para esa parte minoritaria y privilegiada de la plebe que busca material de calidad musical diferente.
Con todo lo expuesto resulta evidente que no estamos ante un disco comercial pero sí ante un notable ejemplo de recogimiento y modestia que bebe principalmente del pop pero también del folk y de la psicodelia, con abundantes ángulos camuflados, matices mediterráneos e influencias dispares, desde Doctor Divago a Vainica Doble. Un trabajo perteneciente a la buena escuela nacional para esa parte minoritaria y privilegiada de la plebe que busca material de calidad musical diferente.
Es la primera noticia que creo tener sobre este artista. Tampoco me suenan sus bandas pretéritas. Pero parece que tiene muchos códigos para que me guste. Me paso cuando pueda por la bandcamp.
ResponderEliminarAbrazos.
Es una propuesta muy interesante a nivel nacional. Abrazos.
ResponderEliminarMi paradero, Voz en off y Confesionario son los temas que me han gustado y recordado por momentos a La Dama se Esconde, quizás sea la voz del cantante.
ResponderEliminarQué curioso, Alejandro, imaginaba que te podría gustar, aunque no los habría asociado a los donostiarras y sí, tiene algo la voz.
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