...han dado una vuelta de tuerca a buena parte de las composiciones de sus dos últimos álbumes hasta convertirlas en unas agradables criaturas más acústicas...Hace ya casi 4 años los suficientes nos quedamos muy a gustito con la “Blacklisted” de MAD ROBOT. Hace ya menos de 2 años que esos suficientes y algunos más volvimos a gozar con los valencianos en aquella combatiente “I declare war”.
Ahora ellos han regresado con un álbum mezclado por Sergio Devece en los estudios Stardust de Alboraia. En él han dado una vuelta de tuerca a buena parte de las composiciones de sus dos últimos álbumes hasta convertirlas en unas agradables criaturas más acústicas. Se podría decir que, en líneas generales, es un disco más accesible, casi multigeneracional, que podría seducir desde madres o hijos preadolescentes hasta la crítica del indie festivalero o, incluso, la más viejuna (especializada o aficionada) que solamente halla placer en cantautores o bandas de folk americano y que optan, generalmente, por la apatía o el desdén hacia cualquier producto que pertenezca a las cavernas independientes del pop-rock más underground.
Eso sí, para el caso de que, unos y otros, profundizasen en el material más bélico podrían recibir algún susto en temas como “Ready for death”, “Hit song”, “Kill the mainstream” o “Problematic”.
Aprovecho para destacar muy especialmente la adaptación de “I declare war”, me gusta mucho como ha quedado el tema que daba título a su último disco, en el que se manifiesta muy brillantemente el potencial de la vocalista femenina Susana Munárriz. Casi tajo parejo se podría aplicar en “Big cosmic joke”, “Go extinct!”, “Human error” o “Witch spell”, estas ultimas demostrando la excelente conexión que, a modo de dueto, existe con Mike Grau. Junto a ambos hay que mencionar los demás miembros, como son Borja Boscá al bajo, Roberto Timón a la batería y Carolina Otero a los coros.
El resto de temas que se unen a esta buena causa, pertenecientes a la "lista negra" de estos "Pixies valencianos", son la contagiosa “Say my name”, la exquisita balada “Unloved”, las siderales “A new tomorrow” y “A distant star” y, para rematar la faena, esa especie de himno madrobotiano que es “The White lady”.
Ah, y en la portada hay un cerdo, ese animal que se cría y se ceba para aprovechar su carne y su grasa. Mientras esperamos la gloriosa venida de un nuevo disco de Mad Robot para cuando pasen los calores veraniegos, vamos catando y disfrutando este “Pig”, donde se aprovecha todo, porque con muy poca guarnición tiene buen tocino, buen solomillo y buenas chuletas.
Gracias como siempre por sus palabras caballero
ResponderEliminarEs lo primero que se me ha venido a la cabeza: Pixies. No solo en la interpretación, también en la forma de componer, en los cortes, en algunos juegos de acordes no previsibles etc...
ResponderEliminarLa voces conbinan muy bien.
Gracias, Johnny.
Saludossssssssssss
Me ha encantado el sabor underground y específico que siguen inoculando sus temas a pesar de la ausencia de corriente y distorsión. Me gusta mucho "Hit song", desde el primer vistazo a sus discos y no es una excepción en el pase desenchufado.
ResponderEliminarEsperamos nuevos temas para el final del verano (coño como el dúo dinámico).
Abrazos.
Un gustazo siempre los Mad Robot. Gran banda. Abrazos.
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