...exprime esa fórmula mágica que siempre encuentra nuevos estandartes, la de un melódico teenagefancluberismo junto a matices beatlemanos, pero con la peculiaridad de apropiarse del refrán popular de "lo bueno, si breve, dos veces bueno"...
Desde San Francisco nos llega un joven talento con un álbum muy digno de reseñar, indudablemente de lo mejorcito de powerpop melódico en la presente añada.
Salvo intrépidos exploradores de rarezas, dudo que fuesen muchos los que conociesen en España otros anteriores trabajos de TONY MOLINA, por ejemplo el más reciente "Confort the truth" en el 2016 o "Dissed and dismissed" con casi un lustro ahora desde su publicación.
Con "Kill the lights" podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos que es una delicatessen en toda regla, sin desperdicio en sus diez composiciones, donde Tony exprime una fórmula mágica que siempre encuentra nuevos estandartes, la de un melódico teenagefancluberismo junto a matices beatlemanos, pero con la peculiaridad de apropiarse del refrán popular de "lo bueno, si breve, dos veces bueno". Y es que solamente hay dos canciones que superan levemente los dos minutos de duración, "Jasper's theme" y "Look inside your mind/Losin' touch". En el resto de coplas todo es sumamente escueto, con poco más de un minuto para cada una de ellas.
Quizás sea esa concisión lo que más seduce y ayuda a valorar unas melodías provistas de gran carga emocional, tan primaverales como bucólicas, donde se incide en la esencia y en la sustancia, y cuyas influencias fácilmente identificables dependen del tema en cuestión, bien sea de Lennon ("Afraid to go outside"), McGuinn ("Nothing i can say"), Norman Blake ("Give he take you", "When she leaves"), Elliott Smith ("Wrong town", "Before you go") o Chilton / Bell ("Now that she's gone")
Al final, tras ese sucinto pasaje instrumental "Outro" prevalece una luminosidad que provoca el deseo de volver y volver a escuchar una obra vitamínica que despeja los cielos, sigue los movimientos migratorios de las aves y utiliza de guía a la Gran Estrella. Una gozada.
Salvo intrépidos exploradores de rarezas, dudo que fuesen muchos los que conociesen en España otros anteriores trabajos de TONY MOLINA, por ejemplo el más reciente "Confort the truth" en el 2016 o "Dissed and dismissed" con casi un lustro ahora desde su publicación.
Con "Kill the lights" podemos afirmar sin riesgo a equivocarnos que es una delicatessen en toda regla, sin desperdicio en sus diez composiciones, donde Tony exprime una fórmula mágica que siempre encuentra nuevos estandartes, la de un melódico teenagefancluberismo junto a matices beatlemanos, pero con la peculiaridad de apropiarse del refrán popular de "lo bueno, si breve, dos veces bueno". Y es que solamente hay dos canciones que superan levemente los dos minutos de duración, "Jasper's theme" y "Look inside your mind/Losin' touch". En el resto de coplas todo es sumamente escueto, con poco más de un minuto para cada una de ellas.
Al final, tras ese sucinto pasaje instrumental "Outro" prevalece una luminosidad que provoca el deseo de volver y volver a escuchar una obra vitamínica que despeja los cielos, sigue los movimientos migratorios de las aves y utiliza de guía a la Gran Estrella. Una gozada.
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Me encanta, se ha venido conmigo a Rusia Abrazos
ResponderEliminarUn disco de escándalo. ¿Estará en los 1050?
ResponderEliminarGracias.
Luminoso, radiante, explosivo, bonito, feliz. Como cuando desefundamos los discos de Teenage Fanclub. Una vuelta a la candidez de lo sencillo. Enhorabuena Juanjo por tu labor y por ese libro que promete grandes viajes musicales
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