...un auténtico muestrario de buen blues, buen folk y buen rock 'n' roll, conciliando esos estilos con desparpajo, maña y actitud, incluso recuperando el concepto renovador y modernista que tan brillantemente demostró en el "Sonic soul surfer" ...
Algún día se hablará seriamente de este tipo, no me cabe la menor duda. Y es que con Steve Gene Wold, más conocido popularmente como SEASICK STEVE, se cumple a rajatabla el proverbio de que "a la vejez viruelas" puesto que desde su debut en solitario con 63 años en el 2004 ha mantenido una trayectoria digna de reconocimiento, con momentos estelares, por ejemplo la que considero su obra maestra "You can't teach and old dog new tricks" del 2011.
Ahora son 77 palos y el bluesman errante ha vuelto con su noveno álbum. "Can u cook?" es un auténtico muestrario de buen blues, buen folk y buen rock 'n' roll, conciliando esos estilos con desparpajo, maña y actitud, incluso recuperando el concepto renovador y modernista que tan brillantemente demostró en el "Sonic soul surfer" del 2015, otro de sus indudables mejores trabajos. Ejemplo de ese espíritu es el tremendo e incontestable arranque de "Hate da winter", de la extraordinaria canción que da título al disco o de "Locked up and locked down blues".
Por otra parte es capaz de embelesar con la acústica, la armónica y el misticismo fronterizo e incluso doloroso de "Sun on my face" o de "Last rodeo". El caso de una balada como "Chewin' da blues" es para tener muy en cuenta ya que recoge la esencia de clásicos como John Lee Hooker pero parece transformarlo en algo sumamente novedoso y muy emocionante.
Ya en la recta final hay también otra pieza de blues intenso cósmico como es "Get my drift", aunque para frescura rejuvenecedora se lleva la palma un "Lay" que ya le gustaría tener en su currículum a multitud de artistas de las últimas generaciones.
Ya en la recta final hay también otra pieza de blues intenso cósmico como es "Get my drift", aunque para frescura rejuvenecedora se lleva la palma un "Lay" que ya le gustaría tener en su currículum a multitud de artistas de las últimas generaciones.
El eclecticismo del disco se percibe especialmente en "Down de road", donde la guitarra se va arrastrando cual si fuera un reptil hasta convertirse en la gran protagonista. Algo similar aunque no tan audazmente sucede en "Shady tree", "Young blood", "Ain't nothin but a thang" o "Company", con la que se cierra un disco ubicado en un nuevo cruce de caminos.
Adoro a este tío, y desde que le conocí en un BBK live esperando a que comenzasen los Black Crowes, le quiero aún más. Como ando muy retrasado este año con las novedades aún no lo he escuchado, pero lo tengo ya por aquí y caerá en breve, es un tipo realmente singular y no falla con sus discos.
ResponderEliminarAbrazos.
Ya sabes que este tio me parece infalible no encuentro enormes bajones . Este disco es sobresaliente aunque me gusta más el anterior aún así dejar pasar este trabajo es un pecadp
ResponderEliminarMe encantaron los dos primeros, aunque ha seguido haciendo muy buenos discos lo tenía algo olvidado, siempre interesante y aportando algo diferente. Lo voy a escuchar de cabo a rabo, saludos
ResponderEliminarLe sigo desde el "Dog House Music" del 2009 y debo decir que es uno de mis músicos favoritos de la última década. Singular e infalible, como bien dicen, Addi y Bernardo, su propuesta me parece honesta y siempre sorprendente, por lo renovadora de un género blues-americana que parece en muchas ocasiones ir a piñón fijo.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG