...en un mundo donde se supiera apreciar la música de calidad y en un estado español donde se valorase con igualdad real y no teórica la gran riqueza de todas sus lenguas, debería tener un gran hueco este artefacto de sabor mediterráneo sobre la amistad, el amor, la vida y la muerte...
Desde que cayó en mis manos no deja de rodar. Las cuatro más recientes canciones de Òscar Briz me tienen absolutamente prendado.
Para quien no conozca al valenciano de L'Alcúdia podemos decir que es toda una institución local, con una incansable y dilatada trayectoria que comienza en sus adolescentes 80's, primero con C.O.D.A. y después con Banderas de Mayo. En la posterior década formaría parte de bandas como The Beat Dealers y The Whitlams, preludio de su carrera en solitario a partir del año 2000 con "El temps ja ha arribat", aunque siempre la haya alternado con proyectos paralelos tales como The Beat Dealers, Hotel Paraíso, El Corral de Pepeta, Planet 8, etc.
Si no me equivoco ni me fallan las cuentas "No caure és que m'agafes de les mans" es su noveno trabajo y el primero en formato EP, el cual ha visto la luz tres años después de su anterior publicación "Entre llums i ombres" y tras superar algunas circunstancias personales dolorosas que le sirvieron de inspiración en estas nuevas canciones, grabadas en los estudios Little Canyon, y acompañado de Nacho Villanueva al bajo y Silvia Martí a la batería.
"Avui el meu cor no vol" (con videoclip oficial incluido) es la encargada del inicio. Se trata de una balada con una tremenda intensidad emocional y, seguramente, la que mejor recoge el concepto de todo el disco. En una línea musical similar "Amic", exquisitez cósmica provista de una lírica extraordinaria y que se podría catalogar como un himno sobre la amistad y la muerte. De ella destacaría versos enormes tales como "De jove no entenia que el que cal és fer bondat" o, muy especialmente, "En aquest món desbaratat on tothom vol ser jove, ric i guapo per a sempre, quin trellat, si açò és només un estat temporal i anem en fila cap al pedestal des d’on esdevindrem record si ens han estimat de debò".
Aunque cierra el EP que nos ocupa el radiante y hermoso sueño de "T'imagine", he querido dejar deliberadamente para el final de esta reseña esa maravilla titulada "Enric, Empar i la mar", cantinela que impacta desde la primera audición por muchos motivos, desde su materia histórica a sus profundidades abisales pasando por la exaltación del amor en un fatídico final, concretamente del compositor y pianista catalán Enric Granados que en 1916, volviendo de Nueva York tras triunfar con "Goyescas", murió tras ser torpedeada erróneamente por un submarino alemán la embarcación en la que viajaba . En ella Òscar rememora el testimonio de un superviviente acerca del fundido abrazo en el agua con su mujer Empar Gal antes de ahogarse ambos, y todo ello con ecos y aromas musicales que me recuerdan tanto a Prefab Sprout como a Antonio Vega.
Sí, en un mundo donde se supiera apreciar la música de calidad y en un estado español donde se valorase con igualdad real y no teórica la gran riqueza de todas sus lenguas, debería tener un gran hueco este artefacto de sabor mediterráneo sobre la amistad, el amor, la vida y la muerte. Por ello y por mucho más, cuando leo ahora que "Enric, Empar i la mar" y "No caure és que m'agafes de les mans" han sido respectivamente escogidos como candidatos a mejor canción y mejor disco de pop en los Premios Carles Santos de València pienso que todavía queda algo de justicia poética.
Por cierto, mi querido kamarada y mestrefriend Chals escribió previamente una gran reseña en la madre lengua de los valencianos. Véase pinchando aquí (No sé viure sense rock).
Comentarios
Publicar un comentario