Entrevista a JOSE IGNACIO LAPIDO sobre 'El alma dormida'

Entrevista a Jose Ignacio Lapido sobre 'El alma dormida' 1

...el mundo real está lleno de perdedores, de solitarios y de gente con el corazón destrozado. Mis canciones son fragmentos de un espejo en el que se refleja el mundo, propio o ajeno, real o imaginario... 

Por Johnny JJ

Hoy tenemos en este espacio nuevamente al granadino José Ignacio Lapido, con motivo de su más reciente publicación "El alma dormida".

J.J.: Hola Grandmaster. Como en anteriores ocasiones siempre es un auténtico honor departir contigo.

J.I.L.: Igualmente.

J.J.: Grandmaster, maestro… De entrada me viene a la cabeza que es frecuente llamarte así. Maestro es un vocablo con diversas acepciones pero siempre relacionadas  con alguien que enseña o tiene amplios conocimientos ¿Te consideras como tal o lo ves como una simple expresión familiar de afecto y admiración?

J.I.L.: El apelativo “maestro” el primero que lo usó fue José Antonio, el cantante de los Cero. Él es muy flamenco, y hacía lo mismo que los cantaores con los guitarristas. Cuando me daba paso a algún solo o después de presentar una canción y tenía que empezarla yo con la guitarra decía, “vamos maestro” o “cuando quiera el maestro”. Yo creo que la cosa empezó por eso. Los seguidores de los Cero tomaron eso como costumbre. Yo realmente no sé si le he enseñado algo a alguien alguna vez. Yo no tengo conocimientos musicales académicos. Lo que sé lo he aprendido yo solo o fijándome en otros, pero nunca me he puesto a estudiar. Bueno no… en el año 89 más o menos Antonio Arias, Tacho y yo empezamos a recibir clases de solfeo de un amigo que era, y es, pianista de jazz. No me pareció tan difícil, en un mes ya sabía solfear. Pero Antonio y Tacho dejaron de ir y yo no tenía ganas de ir solo. Tan rápido como lo aprendí, lo olvidé. Ahora me ponen una partitura delante y no tengo ni idea. Yo sé de lo mío, de rock’n’roll: la teoría y la práctica. En fin… creo que cuando la gente se refiere a mí como maestro lo hacen con respeto y admiración: el respeto y la admiración que se le tiene a un viejo músico que va camino de la ancianidad.

Entrevista a Jose Ignacio Lapido sobre 'El alma dormida' 2
J.J.: Son varias las voces a las que he escuchado decir que "El alma dormida" es el disco de Lapido menos rockero. Quizás, e insisto en ese quizás, la exitosa, demoledora y cercana en el tiempo “Maniobra de resurrección” con los Cero pesa mucho en el sentido de esas opiniones.

J.I.L.: Parafraseemos a aquel…¿Qué es el rock? ¿Y tú me lo preguntas? El rock soy yo. Vamos a ver… no estoy muy de acuerdo con esas opiniones, pero las opiniones son libres y tampoco vamos a discutir por eso. Yo soy compositor y no me fijo demasiado en las etiquetas que se le puedan colocar a las canciones que compongo. Si son rápidas o lentas si son acústicas o eléctricas da un poco igual: para que estén en un disco mío tienen que parecerme a mí grandes canciones. Luego, si a los demás también se lo parecen, genial. En cualquier caso si temas como "Cuidado", "Nuestro trabajo" o "Lo que llega y se nos va" no parecen suficientemente rockeras… tenemos un problema de percepción. La gira de los Cero no sé si tiene algo que ver en eso. Las canciones que hemos tocado en la gira tienen entre treinta y cinco y veinte años de antigüedad. Las escribí cuando era joven, mucho más joven que ahora... Pero ahora, como te he dicho antes, tengo más pasado que futuro y no me importa meter en un disco cinco canciones lentas que hablen de la muerte, si hace falta meterlas.

J.J.:  Por otra parte, e incidiendo en la “maniobra”, creo que el tremendo éxito de esa gira juega a tu favor en incremento de popularidad, reconocimiento de tu trayectoria en solitario y en ventas. ¿Me equivoco?

J.I.L.: Eso está por ver. La gente quiere marcas, y 091 es en cierta manera una marca, como lo son la mayoría de los grupos. Te pongo un ejemplo: ¿Tienen el mismo éxito en solitario Keth Richards o Mick Jagger que los Rolling Stones? Ni por asomo. Salvado las distancias, conmigo pasará lo mismo. Con 091 la gente quiere recuperar sus años de juventud asociando la música con sus vivencias juveniles. Y no está mal que así sea. Una de las cosas que he descubierto con la gira es que, entre otras cosas, aquí estamos para hacer feliz a la gente. Eso es algo bueno. Ya hay en la vida suficientes motivos para sentirse desgraciado.

J.J.: “¡Cuidado!”, entre exclamaciones, a modo de interjección y como​ señal de advertencia. Justamente en estos tiempos donde parece que de tanto jugar con fuego nos podemos quemar. ¿Qué peligros mayores dirías que hay ahora respecto a los últimos 10 o 20 años precedentes? ​

J.I.L.: Yo qué sé… los misiles de Corea del Norte y la respuesta que pueda dar Trump… o el otro, o el de la moto… Tenemos en el mundo una nómina de mandatarios como para poner los pelos de punta. Eso por un lado… por otro lado están los peligros cotidianos asociados con el progreso: creernos que las nuevas tecnologías nos hacen más libres de lo que éramos. Sólo son un instrumento que nos puede hacer la vida más fácil pero que también pueden ser utilizadas como medido de control social en manos de las grandes corporaciones. Hay que estar alerta y servirse del libre pensamiento para cuestionarlo todo.
Entrevista a Jose Ignacio Lapido sobre 'El alma dormida' 3J.J.: A tenor del incesante ruido en los medios de comunicación y en las redes sociales parece plenamente demostrado que la versión oficial nunca es honesta. ¿Crees que en esta especie de teatro hay margen de mejora o asumimos que tendremos que convivir siempre con tanta hipocresía?

J.I.L.: Es lo que te comentaba antes… tenemos que cuestionar cualquier mensaje que nos llegue del poder político, del poder económico y del mediático. De todas formas, la verdad es un tema bastante espinoso al que los filósofos han dedicado muchos siglos de estudio. Yo solamente le he dedicado unas cuantas canciones.

J.J.: En una lectura personal de “Como si fuera verdad” se me queda la sensación de que la lucha social o por la libertad tiene muchos aspectos utópicos. Pero podríamos decir que peor es el que se pone una venda en los ojos, el que calla y otorga, o el sumiso ideológico que no ve más allá de sus narices, ¿no?

J.I.L.: Lo he dicho otras veces, aunque tengamos la certeza de la derrota no hay que renunciar a la lucha. Cada uno lo hace a su manera, no necesariamente hay que ir por ahí escribiendo panfletos políticos. Yo creo que el arte es una forma de hacer mejor el mundo, es algo que nos humaniza y saca lo mejor de nosotros mismos por la sencilla razón de que el arte puede transformar el dolor en belleza.

J.J.: Los olvidados, los solitarios y los amores rotos son habituales en el universo lapidario. ¿Consideras que son más protagonistas de lo que muchos puedan pensar en la vida real?

J.I.L.: No. Los olvidados tienen su sitio en la literatura y en la música, y poco más, si no se llamarían de otro modo. Pero existen. El mundo real está lleno de perdedores, de solitarios y de gente con el corazón destrozado. Mis canciones son fragmentos de un espejo en el que se refleja el mundo, propio o ajeno, real o imaginario.

J.J.: ¿Es “Nuestro trabajo” una recapitulación o reivindicación de tu trayectoria? Lo digo porque aparecen un montón de términos que nos transportan a otras etapas tales como tormentas, desiertos, atajos, laberintos, insectos, derrotas, trapecios, piedras…

J.I.L.: Efectivamente… es una lista de tareas que he realizado a lo largo de mi vida como músico. La mayoría perfectamente inútiles en la práctica pero que si no las hubiera pasado no sería ni la misma persona ni el mismo músico.

Entrevista a Jose Ignacio Lapido sobre 'El alma dormida' 4J.J.No deja de sorprenderme “Dinosaurios”. Homenaje a Raquel Welch, a las bandas mods sixties… Digamos que aquellos años han dejado fósiles musicales y fílmicos de mayor huella, ¿no?.

J.I.L.: Esta canción empezó como una broma, como lo eran aquellas películas en las que se falseaba la prehistoria y se hacía coexistir a los dinosaurios con los hombres de la cavernas. Eran maravillosas. Como lo era la música que sonaba en la radio cuando aquellas películas se estrenaron, a finales de los 60. Es evidente que la cosecha musical y cinematográfica de los 60 y 70 está a años luz de las cosechas actuales. Desgraciadamente es así.


J.J.Pero esa huella se desvanecerá como toda ilusión de eternidad. Supongo que alguien te habrá dicho que “Lo que llega y se nos va” es una de tus coplas más brillantes. Y si no te lo ha dicho nadie te lo digo yo ahora. Imagino que fueron momentos profundos, acaso de lamento, de duelo y de mucha inspiración para componerla.

J.I.L.: Muchas gracias por el elogio. Quería que tuviera ese tono trascendente de los poemas clásicos pero envolviendo las palabras con guitarras eléctricas que en cierta medida le quitan solemnidad a las palabras. Había que conseguir un equilibrio. Esta canción fue una de las últimas en escribirse. Evidentemente la reflexión subyacente en la canción nace a partir de la circunstancia del fallecimiento de mi madre, pero es una reflexión que han hecho cientos de autores antes que yo.

J.J.Y más misticismo. Somos estrellas del Purgatorio y vivimos entre el bien y el mal. No parece que sigas las indicaciones de la religión católica que nos hablaba de un estado transitorio después de la muerte para purificar el alma. Quizás por eso suena tan terrenal y tabernera.

J.I.L.: Ostras… sería genial que esta canción se cantara en los bares a la hora de cerrar. Todo el mundo borracho cantado a coro eso de “Al final será complicado que alguno de nosotros saque una conclusión” Y luego salieran todos los parroquianos dando tumbos del local.

J.J. “En la escalera de incendios” podría ser como cuando dejas conscientemente una puerta entreabierta. ¿Qué motivos tuviste para ubicarla como cierre del disco?

J.I.L.: Los discos hay que empezarlos bien y terminarlos de la mejor forma posible. Pensé que esta canción reunía este requisito y dejaba, efectivamente, una puerta entreabierta a intentarlo de nuevo en un tiempo indeterminado.

J.J. Definitivamente he llegado a la (mi) conclusión que el poder curativo de tus letras reside en la forma que como librepensador exploras rincones camuflados del alma, del corazón y de la conciencia. ¿Crees que en esas tres vertientes reside el secreto de Lapido como artista de culto?

J.I.L.: El ejercer el libre pensamiento debería ser obligatorio, Habría que enseñar a los niños a ser individuos críticos, a no dejarse llevar por la masa. Los modernos medios de comunicación, tanto la prensa como las redes sociales tienden a uniformar. Con el apoyo de las grandes corporaciones se crean grandes grupos de consumidores que mantengan unos mismos intereses, con la intención de venderles la burra con más facilidad. Dicho esto… mis letras son simplemente un grito en el desierto.

J.J. Pues muchas gracias, Grandmaster, por tus palabras y, como siempre te digo, por alimentarnos el espíritu con tus canciones. Es motivo de orgullo tenerte como principal referente del mejor rock español. Mi más sincera enhorabuena por un disco como “El alma dormida”.

J.I.L.: Muchas gracias. Ha sido un placer.

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- Reseña disco "El alma dormida" aquí. 
http://www.woodyjagger.com/2017/11/jose-ignacio-lapido-el-alma-dormida-2017.html

Comentarios

  1. Como sabes no es mi Lapido favorito el de "El alma dormida", siendo un referente incuestionable y destacando entre la multitud. Pero esta entrevista me ha encantado, diseccionar el disco con el grandmaster siempre supone una luz extra, y alguna de tus conclusiones, evidenciadas en las preguntas también me han interesado. Enhorabuena a ambos.
    Un abrazo.

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  2. No dude el poner en la carta a SSMM los Reyes Magos este "El alma dormida" y, debo decir que cada vez que lo pincho descubro cosas si no nuevas si que me afianzan en el convencimiento de ser Lapido uno de los mejores compositores e intérpretes de rock´n´roll español. Veo por la entrevista que es también un artista con los pies en el suelo y con su prurito de humildad, ambos aspectos totalmente ejemplares para sus muchos seguidores. Excelente la entrevista, como siempre que te metes en esos berenjenales.
    Abrazos,
    JdG

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  3. como siempre una maquina en las entrevistas. el conteido pues lapido es maestro sabe dice y comunica lo cual en estos tiempos de hablar bajo o sesgado o si la verdad por delante es una virtud. Respecto al disco pues a mi ni fu ni fa le sigo viendo un pequeño bajon demasiado sonido usual tipical spanish Eso si notable

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  4. Un tipo que sienta cátedra, increíble su saber estar en un escenario, pelos de punta todavía de su reciente concierto en Sevilla. La entrevista es de igual a igual, tú también sabes de lo que se habla y así consigues ese nivel de interés, me quedo con esto: "El mundo real está lleno de perdedores, de solitarios y de gente con el corazón destrozado. Mis canciones son fragmentos de un espejo en el que se refleja el mundo, propio o ajeno, real o imaginario" No he visto mejor autodefinición musical. Tremenda discografía tras su espalda y "El Alma Dormida" está al nivel. Un abrazo genio...

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  5. Lapido es un tipo que además de su arte musical siempre es un gustazo entrevistarlo. Abrazos.

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