BENJAMIN GIBBARD - Bandwagonesque (2017)

...la ocurrencia de rememorar con nuevas interpretaciones todas y cada una de aquellas canciones que se caracterizaron por unas armonías y un powerpop melódico influenciado claramente por Big Star... 

La verdadera patria del hombre es la infancia. No son pocas las veces en que se ha citado esa proclama del escritor checo Rainer María Rilke, reiterada por Miguel Delibes y atribuida originalmente al francés Charles Baudelaire. Y, por qué no también, se podría extender esa máxima a una adolescencia que cohabita en el particular baúl de los recuerdos juveniles de cada persona. 

A tenor de lo expuesto en el anterior párrafo, "Bandwagonesque", obra maestra imperecedera de Teenage Fanclub, es válida para ser considerada parte de la patria de un nutrido sector de jóvenes que la sintieron y disfrutaron a principios de los 90's. Ben Gibbard, líder de la banda americana Death Cab for Cutie, perteneció a aquellos zagales a los que dejó una profunda huella el mítico disco de los escoceses y, ahora, veintiséis años después, ha tenido la ocurrencia de rememorar con nuevas interpretaciones todas y cada una de aquellas canciones que se caracterizaron por unas armonías y un powerpop melódico influenciado claramente por Big Star. 

El álbum como tal no aporta mucho, no ofrece ningún resultado innovador en las versiones, solamente demuestra el afecto por unas coplas que, en la perspectiva del tiempo transcurrido, siempre es gratificante recuperar. "The Concept", "December", "What you do to me", "Star sign", "Metal baby",... Curiosamente, al que suscribe le ha emocionado especialmente el rescate de escuchar dos perlas ocultas tales como "Guiding star" y "Alcoholiday". Y es que hay demasiado que agradecer a los Fannies, su música siempre será la nuestra. Long live Teenage Fanclub!!!