...se pasó volando el concierto con el regocijo de imaginar que alrededor de dos horas habíamos sido los personajes secundarios de una película de John Ford o de Sam Peckinpah...
Así lo intuimos, así lo fantaseamos y, al final, así sucedió. Las expectativas rozaban la más estratosférica satisfacción teniendo en cuenta anteriores experiencias y que los canadienses son un valor seguro, en alza más bien. Pero siempre queda ese puntillo de duda, ese interrogante de qué pasará, ese tal vez no sea hoy el mejor día del artista o banda de turno.
La solvencia y la profesionalidad con la que los hermanos Good y sus dos compinches Sean Dean y Mike Belitsky afrontan cada aproximación a los diversos estilos que confluyen en sus coplas es digna de admiración y de reconocimiento porque en todos y cada uno de ellos consiguen un resultado cuya nota es de matrícula de honor. Ese detalle, en directo, se acentúa todavía más.
Por otra parte, la altura física de los “buenos” y ese aspecto serio, imperturbable, incluso ceremonioso de todos los miembros de The Sadies, dota a sus recitales de una sensación de solemnidad que, unido al apartado vocal o instrumental, acaba flirteando con los contrastes y dejando absorto al personal.
A tener en cuenta que resulta perceptible el incremento de público con cada visita a nuestro país. Ya metidos en harina desde el minuto uno se produjo ese típico estado de abstracción que siempre sucede con los Sadies.
Calculo más de 30 canciones a lo largo de la velada con principal protagonismo de la mágica y última trilogía de álbumes de estudio que han publicado. Es muy probable que se me vaya la olla intentando memorizarlas y quizás haya algún equívoco junto a lagunas, lagos o riachuelos de recuerdos. Entre garage, pop psicodélico y caudalosos fragmentos surferos y de country-rock repasaron buena parte de su soberbio último álbum “Northern passages” con temas como "Another Season again", "Through strange eyes", "God bless the infidels", "Riverview fog", "There are no words" y un "The Noise Museum" que con los coros nos transportaron al Viejo Oeste.
Si de la radiografía de sonidos internos se sumaron a tan digna causa "So much blood", "Story 19", "The First five minutes","Another yesterday again", "Starting all over again", de los círculos más oscuros brillaron "Another year again", "Cut corners", "Tell her what I said" o el portentoso instrumental "10 more songs".
Más para añadir. Temas de la "new season" como "What’s left behind" y "Anna Leigh", esa divertida y que siempre requiere un tremendo esfuerzo instrumental como es “Ridge runner reel", ese diamante de oro puro que es “16 mile creek” y excelsas versiones como el “Wearin’ that loved on look” que popularizó Elvis Presley en el 69, o “There’s a higher power”, el temazo fiftie del dúo de música country The Louvin Brothers.
Y así, casi sin darnos cuenta se pasó volando el concierto con el regocijo de imaginar que alrededor de dos horas habíamos sido los personajes secundarios de una película de John Ford o de Sam Peckinpah. Pues eso, que se llaman THE SADIES y que son de lo mejorcito que hay actualmente en el panorama musical internacional, tanto en estudio como en directo. La grandeza de los gigantes canadienses continúa.
* Todas las imágenes pertenecen al archivo personal del redactor.
* Todas las imágenes pertenecen al archivo personal del redactor.
En esta gira parecen haber puesto toda la carne en el asador: Jugosa, sangrante y al punto. Buena velada por lo que veo compañero. A mi, ya me tienes enganchado a las lujurias de estos brothers canadienses, como el buen whisky
ResponderEliminarAunque el sonido en este video es nefacto, se aprecia la calidad musical, seguimos coincidiendo.
ResponderEliminarNo han pasado por Bilbao, tenía ganas de verles, aunque estoy postergando demasiado el último disco. Veo que han gustado y celebro el aumento de publico.
ResponderEliminarAbrazos.
Quiero puntualizar que lo del sonido nefacto era mi culpa,
ResponderEliminarlos auriculares no estaban bien enchufado, jajaja, ahora suena mejor.
Qué necesitaba a este grupo en directo, es todo un estímulo escuchar gente de esta calidad, gracias por la crónica, espero pillarlos algún día en vivo.
ResponderEliminarQué buena crónica. Después de leerte casi da más envidia no haber asistido al concierto.
ResponderEliminarSaludossssss
felicidades por la crónica, master. Me alegro de que disfrutaras, no es para menos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Una experiencia inolvidable. Grandes los Sadies!!! Abrazos.
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