CHUCK PROPHET - Bobby Fuller died for your sins (2017)

...es en el momento que explota su vertiente rocanrolera cercana a Ben Vaughn cuando el Profeta resulta más divertido y adictivo...

Con un “one, two, three, four” al compás de un vibrante y entusiasta ritmo percusivo se inaugura el ansiado nuevo álbum de nuestro profeta favorito del rock ‘n’ roll. Se trata de “Bobby Fuller died for your sins”, canción que, a modo de himno, nos transporta a la misteriosa muerte –suicidio o asesinato de la mafia- que en el 66 sufrió el inicial mítico intérprete del “I fought the law”, el tema que The Clash inmortalizaría definitivamente en 1979 con la versión incluida en su Ep “The cost of living” y en la edición americana del primer álbum homónimo que tuvo lugar también en ese mencionado año. Precisamente la cantinela de marras que además da título a este trabajo posee ciertos rasgos que nos pueden recordar a la banda de San Joe Strummer. 

De “Your skin” también acaba gustando todo, tanto que hasta podemos excitarnos con partes femeninas como el muslo, la nariz o la muñeca. Y todo gracias al fundamental acompañamiento de su banda The Mission Express, a esa guitarra que penetra en la epidermis y a ese certero coro de su esposa Stephanie Finch. 

No está mal “Open up your heart”, declaración sentimental de ritmo suave y melodioso, aunque no me engancha ni la considero de lo más brillante del álbum. Tampoco me matan un “Coming out in code”, más en la línea de rock clásico setentero, o una implacable “Killing machine”, acaso demasiado previsible e insustancial.

Otra cosa es “Bad year for rock and roll”, no creo que me equivoque al pensar que esa composición, con homenaje a David Bowie y alusión al gran actor Peter Sellers, acabe convirtiéndose en todo un clásico de su repertorio. 

“Jesus was a social drinker” es imaginativa y sí, deberíamos brindar con una pinta de Guinness porque Chuck Prophet continúa sumando buenas canciones. Además, como ya manifesté en sus excelentes anteriores “Temple beautiful” y “Night surfer”, es en el momento que explota su vertiente rocanrolera cercana a Ben Vaughn cuando el Profeta resulta más divertido y adictivo, tal es el caso de la mordaz “If i was Connie Britton” o de “In the mausoleum”, dedicada y también con clara influencia del gran Alan Vega de Suicide, fallecido en el verano del 2016. Los tres susodichos temazos acaban calando hasta los tuétanos. 

Por su parte “Rider or the train” es soñadora, ingeniosa y con cierto tono épico, muy marca de la casa, tanto que también acaba siendo de lo mejorcito del disco. Eso sí, menos chispa le veo a “Post-war cinemática dead man blues” o a una balada bastante discreta y normalita como “We got up and played”. 

Ahora bien, mención especial y honorífica para el colofón, formidable trallazo rocanrolero dedicado a “Alex Nieto”, el joven hispano que el 21 de marzo del 2014 murió asesinado por la policía de San Francisco. Solamente por él merecería volver a situar en un altar al Profeta. Es un temazo como la copa de un pino con el que además demuestra tener pelotas en un admirable compromiso y posicionamiento social.

Como opinión subjetiva sin ánimo de ser compartida considero que “Bobby Fuller died for your sins” no llega al nivel de sus dos sublimes obras precedentes, resulta menos compacto y homogéneo, un pelín irregular aunque, probablemente, será mejor que la mayoría de las publicaciones de la presente añada, incluidas muchas que gozan o gozarán de mayor repercusión. Sí, sí, lo podemos confirmar una vez más, Chuck Prophet continúa siendo un valor seguro.