...soberbio muestrario de lirismo popular americano que tiene como lógico punto de partida referentes de la talla de Dylan o Guthrie...
Nunca es tarde si la dicha es buena, o algo de eso dicen. A estos Hermanos Felices les he reconocido a lo largo de su trayectoria un buen hacer, una calidad, una regularidad y, por qué no decirlo también, una progresión admirable desde su debut con la friolera ya de (el tiempo pasa demasiado deprisa) una década, aunque realmente ahora considero que no les había dedicado el tiempo que se merecían o bien que no había conectado lo suficiente. Los motivos, quién sabe por qué, estas cosas pasan y vienen como vienen, cuando vienen y si es que vienen.
Entonces alguien te dice desde lo más alto de la atalaya: “estaban ahí y no me hiciste ni puto caso”. Tampoco es eso exactamente pero “Life in the dark” me ofrece lo que más necesito de esas raíces y de esos cruces de sueños americanos. No creo que sea el mejor disco de los Felice Brothers pero me aporta suficientemente más de lo que precisaba y de lo que tanto ahora escasea, incluso respecto a la mayoría de sus antecesores. Acaso la solución al dilema, si es que lo hubiera como tal, se halle en que da la sensación de ser un disco menos elaborado, más fresco, más espontáneo, o acaso la respuesta esté en el viento.
Desde Nueva York para el mundo en este noveno álbum hay un soberbio muestrario de lirismo popular americano que tiene como lógico punto de partida referentes de la talla de Dylan o Guthrie. Los arreglos de acordeones y violines en “Aerosol ball” o la instrumental “Sally!” impregnan y crean dependencia, un volver y volver. Por ese mismo motivo casi se podría catalogar en un momento determinado a “Jack at the Asylum” como una copla épica.
En cuanto a “Dancing on the wing” contiene las claves para bailar con alegría y sin prejuicios mientras que “Life in the dark”, “Diamond bell” o “Sell the house” son de las que rejuvenecen las viejas rosas y hasta incluso sus espinas. Por cierto, al loro en el mencionado último corte esa especie de bonus track oculto que remata la faena, es como un brindis de fraternidad final en una taberna. Y es que el punto de partida siempre estará allí, lo mejor es coger un relevo del “Desire” cuando el cuerpo lo pida, aunque sea cuarenta años después.
Un disco que he disfrutado mucho escuchándolo. Reconozco sus influencias, me gusta su estilo.
ResponderEliminarNo soy de álbumes completos, pero este me ha convencido.
Me quedo con "Diamond Bell".
Y con mi amigo JJJ, que tiene muchos más de 24 quilates.
Gracias.
Pues me pasa como a ti, nunca les he dedicado demasiado tiempo o no a existido esa conexión, igual me pasa eso de que estamos aquí y no nos has hecho ni puto caso, así que sigo tu consejo y me meto con el disco a la mayor brevedad.
ResponderEliminarUn abrazo.
pues lo mismo q addi lo escuche pero lo deje pasar es mas creo q ni siquiera lo comente por lo que es hora de volver a el visto y leido
ResponderEliminarNo los había escuchado nunca. Siempre aprendiendo por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo, master!
La primera vez que les escuché fue hace un huevo cuando sacaron un temita llamado "Frankie´s Gun!". Sonaban a The Band y al Dylan crudo. Luego no les seguí más la pista pues no me ha resultado fácil encontrar sus discos. Me alegra saber que siguen en el juego.
ResponderEliminar¡Abrazos!
iempre que los he oído me suenan a clásicos; de una forma natural, sin forzar. No he oído el disco entero, solo este Plunder que has puesto y me gusta ese desenfado tipo Dylan.
ResponderEliminarSaludossssssssss
Pues las expectativas que has despertado son altas y aquí no se suele defraudar casi nunca, lo pillo esta semana y te cuento. Saludos
ResponderEliminarLa primera vez que los escuché fue en el formidable "Yonder is the Clock" , uno de mis discos del año en 2009. Después hicieron algunas cosas que no me acabaron de entrar y ahora este nuevo disco nos traen al grupo en su mejor versión, al menos la que más me gusta. Folk rural + Dylan con gotas de actitud punk, sin duda podrían ser lo Pogues americanos, aunque diría que con un poco menos de alcohol!. Abrazos.
ResponderEliminarMe parece un álbum muy redondo y compacto. Además algunas de sus canciones me tienen profundamente hechizado. La verdad es que ahora que lo dice Jordi ‘Digital’ nos acercan a su mejor versión, folk rural más Dylan y algo de actitud tipo The Pogues con menos alcohol. Abrazos, friends, siempre un placer leer opiniones.
ResponderEliminarLlevo una semana compaginando el último de The Tyde y éste y me encuenro más sonriente que durante muchos meses de este 2016, lo rural mola, la raíz y el sonido silvestre de las voces y los instrumentos despojados de amperios.
ResponderEliminarAbrazos.
..."TE HABÍA ESTADO ACOMPAÑANDO DURANTE MUCHO TIEMPO, ANTES DE ESCUCHARLA...", ¡ahí está el meollo!. Solo por esa frase merece la pena el disco.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Es que esa canción es como si me hubiera acompañado antes, es una maravilla, me encanta este disco y ya sé que puedo parecer exagerado para los antiguos fans pero he vuelto a recuperar sus trabajos anteriores y me dice mucho más "Life in the dark". Estará entre mis elegidos seguro. Abrazos.
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