...resulta embaucadora la virtuosa forma en que campan las guitarras, como liberadas de prejuicios, rituales o disciplinas, cruzándose entre aires bucólicos y sensaciones hipnóticas o lisérgicas cual si hubiese consumido una pócima preparada al unísono por Jerry García y Lou Reed...
Que STEVE GUNN está viviendo el período más creativo y brillante de su carrera musical parece algo tan obvio como indiscutible, hasta incluso me atrevería a afirmar que todavía no ha tocado cima y que está en pleno in crescendo si tenemos en cuenta la progresión de sus últimos trabajos.
Tanto el folk como la psicodelia son llevados al terreno personal donde el apartado instrumental ejerce de forma ingeniosa, emocional y seductora junto a un registro vocal que en ocasiones me recuerda a Beck y cuyas letras están enfocadas principalmente a introspecciones sobre la vida cotidiana. En determinados pasajes del nuevo álbum “Eyes of the line”, publicado con Matador Records, resulta embaucadora la virtuosa forma en que campan las guitarras, como liberadas de prejuicios, rituales o disciplinas, cruzándose entre aires bucólicos y sensaciones hipnóticas o lisérgicas cual si hubiese consumido una pócima preparada al unísono por Jerry García y Lou Reed.
De ese modo expuesto en el anterior párrafo podría decirse que adquieren consistencia y grandeza “Ancient Jules”, “Full moon tide” o “Heavy sails”, que desbordan la imaginación cortes como la maravillosa “The drop”, “Conditions wild”, “Park bench smile” o “Ark” mientras que la suavidad de temas como “Nature driver” o “Night wander” impregnan de cierta magia y encantamiento a todo el resto del trabajo que nos ocupa.
A STEVE GUNN se le asocia con frecuencia por detrás de colegas suyos como Kurt Vile o M.C Taylor con los que ha colaborado. Para gustos colores pero al que suscribe le aporta bastante más el de Pennsylvania. Sin ser excesivamente fan no me extraña en absoluto que se hable de él como uno de los genios de las últimas generaciones. Considero que la cúspide de su talento todavía no se divisa en el horizonte y que con “Eyes of the line” tenemos otra deliciosa parada en esa pendiente hacia su cumbre artística.
El disco es excelente y el trabajo con las guitarras es de alucine, hacía tiempo que no escuchaba un tratamiento tan original en las seis cuerdas. Un complemento perfecto a su disco del 2014, el genial "Way Out Weather". Saludos
ResponderEliminarPues debe ser por ahora el unico disco con ciertya discrepancia que tenemos . Lo tengo ya lejano pero no me entusiasmoi instrumentalemente si pero no me dijo gran cosa . repaso el mismo dada la lejania de su escucha
ResponderEliminarAyer estuve en la tienda del dealer y estuve dudando entre hacerme con éste último trabajo de Steve o con el "A Weird Exits" de The Oh Sees. Al final elegí el album de la banda de John Dwyer, y es que ando en estas fechas más propenso al desbarre psycokraútico. No obstante no pienso dejar en la cubeta de discos olvidados este "Eyes on the lines" del que todos los entendidos hablan maravillas.
ResponderEliminarAbrazos,
JdG
Me gusta. Me recuerda algo a Television con Tom Verlain y Richard Lloyd entrelazando sus guitarras.
ResponderEliminarSuena muy natural.
Saludosssssssss
Me anima la reseña y los comentarios de la parroquia, aunque confieso que tenía pensado dejarlo pasar, el anterior no me mato, lo intentamos claro.
ResponderEliminarAbrazos.
Estoy totalmente con lo que dice Antonio en el primer párrafo. Esa es la clave, amigos, el tratatmiento de las seis cuerdas. Abrazos, friends, un lujo siempre leer vuestras opiniones.
ResponderEliminarSolo los primeros acordes ya me hacen estar interesado en el artista ... leído el artículo, aún más.
ResponderEliminarEs muy buen disco querido Millan65 y creo que te puede gustar bastante. Ya sabes que generalmente acierto en tus gustos cuando te digo eso. Abrazo fuerte.
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