...de esas obras musicales que pertenecen a la mejor escuela emocional, en este caso dentro de la asignatura donde se educa y se cultiva el alma...
Recapitulando ahora, qué rápido pasa el tiempo, si parece que fue el otro día. A MICHAEL KIWANUKA lo descubrí hace ya casi 4 años gracias a my King Nikochan en su Island y en el posterior recordatorio del Exile. De aquel brillante artículo me llamó inicialmente la atención el origen ugandés del artista y el lugar de adopción y residencia, el barrio londinense de Muswell Hill, sí, sí, el mismísimo de los Kinks. Después pensé si sería el enésimo artefacto de neo-soul con el que cada año se intenta encumbrar a algún artista con la ilusión de mantener viva y activada la llama del estilo pero que luego se queda a mitad camino cuando pasan unos meses. No citaré nombres de una larga lista, como de costumbre, al fin y al cabo se trata de una opinión subjetiva sin ánimo de ser compartida y, en todo caso, me reservo esa crítica para debates íntimos.
Sin embargo aquel debut “Home again” me pareció que tenía un “algo” diferente además de una sugestiva voz. Era como, digamos, más artesanal e innovador de lo habitual, con ciertos matices de folk, de blues o de aspectos tribales africanos. El caso es que, valga la redundancia, sin lanzar cohetes al aire, me llamó algo más la atención.
Es en el presente 2016 cuando el Sr.Kiwanuka ha vuelto con un segundo disco que lleva por título “Love & hate”, un trabajo que se va abriendo paso, de esos que me gusta decir que crece y crece con cada audición. Incluso si se le deja reposar unos días vuelve con mayor esplendor. En determinados pasajes instrumentales se acerca a la pomposidad de David Gilmour (“Cold little heart”), al Van Morrison más astral o al Prince más regenerador mientras que su forma de cantar podría evocar tanto a Sam Cooke como a Marvin Gaye o a Richie Havens.
Vamos con las joyas por las que puede valer muchísimo la pena este artefacto. Se trata de dos cancioncillas de esas que vuelan la cabeza. “Love and hate”, el tema que da título al álbum, sublime, entre coros inmaculados crece y regresa, levita y planea incluso con una guitarra que emula al príncipe de Minneapolis. Pero si hay un cantinela rompedora, puedo imaginar quórum absoluto de cualquier oyente, esa es la soberbia “One more night”.
Ahora bien, quizás sea muy exigente pero hay dos cortes como “Rule the world” y “Father’s child” que al igual que leí a mi apreciado compi Bernardo en el Tocadiscos dual se me indigestan, a mi gusto demasiado dulzones y creo que empañan, en cierta medida, las enormes bondades que atesora el resto del álbum.
En cuanto a la producción me parece muy cuidada, bastante más barroca que su antecesor pero es la que, al fin y al cabo, dota al disco de una enorme consistencia. Ahora bien, por encima de todo me atrevería a indicar que lo más importante es que "Love & hate" es de esas obras musicales que pertenecen a la mejor escuela emocional, en este caso dentro de la asignatura donde se educa y se cultiva el alma gracias a un trabajo espiritual que cala allá y aquí, en lo más hondo, que recoge la esencia y que la hace moderna de verdad.
Has diseccionado perfectamente el disco, querido JJJ.
ResponderEliminarEn todo caso, empezar con un tema de 10 minutos con una intro tan calmada demuestra una confianza plena de la discográfica.
Un gran disco. Una excelente reseña.
Gracias
El disco es una castaña pilonga que quiere llegar a tantos sitios que finalmente no aterriza en ninguno.
ResponderEliminarSaludos
El otro día decía en casa de nuestro king que estaba en la etapa menos soul de mi vida, este año no me he acercado al calor de las voces negras, o blancas, igual por lo que mencionas en tu primer párrafo, pues algo de eso hay, la cosa es que el primero de Kiwa me gustó pero oí que había controversia con éste y decidí dejarlo para más adelante, tu reseña me anima la verdad.
ResponderEliminarUn abrazo.
Lo escucharé, :)
ResponderEliminarDel primero me gustaron bastantes temas , ahora de este esperaba mucho más dada la gran prensa que lleva. Me ha parecido un disco anodino y sin chispa. A mi forma de ver , flojo, flojo. El soul y funk de los 70 era otra cosa.
ResponderEliminarAbrazos,
Son las 0.00 del domingo. Suenan en mis auriculares "Rule the world". Amigo Johnny, lo has vuelto a hacer, me he vuelto a emocionar. Eres un monstruo.
ResponderEliminarPara mi es un disco sensacional que alejándose del debut ha acertado plenamente. Kiwa sigue creciendo y apunta alto. Y el disco gana con cada nueva escucha. Un abrazo JJ!!!
ResponderEliminarMe sorprende su éxito y las críticas tan buenas, porque se mueve por terrenos ya muy vistos y la verdad es que Kiwanuka tiene una voz original, podría arriesgar más. Pero la savia nueva y si además vende, siempre tiene que ser bienvenida
ResponderEliminarMucho se ha escrito sobre este Love & Heat, y aquí pasará algo parecido a eso de que los fans de V. Morrison se dividen en dos grupos: los de Astral Weeks y los de Moondance. Luego si comparamos "Home" y este último, no me extraña que de lugar a la división del personal. A mí no me gusta tanto como el primero, aunque reconozco que el inicio del disco es monumental, es posible que posteriores escuchas lo encumbren. No obstante, uno de los discos del año. Saludos
ResponderEliminarSaludos crack ! creo que el pibe Kiwanuka aqui se anima mas a explorar otros campos con bastante acierto y es el rumbo que tomara en el futuro ,con "Home" tenia que pagar tributos a sus influencias. De ahora en mas dará que hablar este muchacho ,un abrazo
ResponderEliminarLa verdad es que estoy sorprendido con tanta división de opiniones, para un disco del género como novedad que me atrae. En fin, cosas que pasan. Si no se tuerce, que puede pasar, creo que nos quedan más alegrías de Kiwa. Abrazos, friends.
ResponderEliminarYo estoy con los que piensan que tampoco es que presente algo muy novedoso que digamos.
ResponderEliminarUn abrazo, máster!
No creo que se trate de si es algo novedoso, poquisimas cosas actualmente suenan novedosas. Lo que a mí me gusta es que suena moderno y me parece bien acabado, y eso en este género me resulta sorprendente oídas tantas cosas que han intentado catapultar como tales en los últimos años. Pero bueno, es una opinión y no digo que la que es diferente a la mía vaya mal encaminada. Abrazos.
ResponderEliminarMirad a mi me pasa con este disco como a los niños que a los cinco meses les dan el potito de frutas y no las soportan, me sabe a pastel recalentado y mira que lo he intentado, es un disco lleno de artificios y con menos soul que el single de Jesulín. Y suena de culo, ya podía aprender más de como sonaban en Curtom o en la Atlantic. Modest Mouse al puto paredón. Y no hay canciones, no las hay, solo se salva la última. Abrazos pra todos , Kiwa la has cagado , no mereces crónica tan buena aunque no piense lo mismo. Lo de castaña pilonga mola, jajajaja.
ResponderEliminarLa verdad tete que tras tanto partidario y tanto detractor ando confuso. Voy a dejarlo reposar unas semanas. Sinceramente creo que acabaré siendo de los primeros y sigo creyendo que Kiwa es un crack. Abrazos.
ResponderEliminarLe vi en MadCool ... y molo. No es la alegria de la wuerta ni es el futuro del soul ni siquiera es Terence Trent d'Arby (:-)) ... pero esa guitarra Gilmourica entre tanta nota soulera me llega al corazon. A mi si ...
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