SEASICK STEVE - Sonic soul surfer (2015)

...recoge la herencia de John Lee Hooker y la transforma en moderna. Y lo mejor es que mantiene la línea de regularidad que le caracteriza...

Rendirse ante la evidencia de que “Sonic soul surfer” es un grandísimo disco supone bastantes consecuencias. Entre ellas la de que no existen estilos estancados entre los derivados del rock o del pop. Solamente hay que localizar a la banda o artista de turno con una obra que merezca la pena y destacarla por las virtudes que atesora. Merci, kamarada Peter, por aquella recomendación. 

Dice un refrán que “a la vejez se acorta el dormir y se alarga el gruñir” pero también dice otro que “a la vejez viruelas”. Con 74 tacos, Steve Gene Wold, más popular como SEASICK STEVE, continúa enamorado del blues, dando guerra tal y como lo viene haciendo en los últimos diez años, concretamente desde el 2004. El que fuera bluesman y vagabundo errante desde la década de los sesenta ha conseguido revolucionar el blues-rock a base de honestidad y calidad. Otra buena prueba de ello es su séptimo disco. 

“Sonic soul surfer” es un trabajo de una intensidad categórica. Ni hay surf ni hay soul como pudiera aparentar por el título. Recoge la herencia de John Lee Hooker y la transforma en moderna. Y lo mejor es que mantiene la línea de regularidad que le caracteriza a lo largo de su recorrido discográfico. 

Se podrían diferenciar dos subconjuntos de canciones en este artefacto. Por una parte las más penetrantes y, al mismo tiempo, contenidas, con mayor sabor a clásicos del género como “Dog gonna play”, “We be moving” o “Your name”, como ese fenomenal destello de country fronterizo que resulta “In peaceful dreams”, como ese retazo de blues místico que es “Swamp dog” o como esas maravillas acústicas que resultan “Right on time” o “Heart full of scars”. 

Pero donde creo que está la madre del cordero a mi gusto es en los temas que más contienen tralla. En cierto modo me recuerda al “Eliminator” de ZZ Top, un disco rompedor en la trayectoria de los barbudos tejanos porque partiendo del blues-rock supieron añadirle elementos que les permitieron evolucionar en ese sonido tan personal. “Roy’s gang”, “Bring it on” o “Barracuda ‘68” son buenas muestras de ello pero es que “Summertime boy” es un pepinazo en toda regla donde junto a las guitarras brillan los arreglos de violín y arpa. Ahora bien, mi preferida es “Sonic soul boogie”, auténtico trallazo de blues sideral que podría evocarme a un cruce de caminos entre los mencionados ZZ Top, George Thorogood y Georgia Satellites. 

Si algunos piensan que llegó a destiempo otros creemos que SEASICK STEVE ha llegado y ha encontrado un tiempo y un lugar.