...una excelente vocalista y pianista que para su cuarto álbum decidió entregar todo su corazón al más grande de la historia del rock, a Neil Young...
Amarás a Neil Young con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu fuerza y con toda tu mente. Y ya puestos, a algún prójimo como a ti mismo (dependiendo de qué prójimo, claro). Algo así dice un versículo de las sagradas escrituras rocanroleras. Y si no lo dicen lo decimos ahora por aquí.
Esta belleza sueca, IDA SAND, de Estocolmo y con 37 años actualmente para más señas, a la que descubrí en Fonocopiando (lugar con gran gusto y criterio musical), es una excelente vocalista y pianista que para su cuarto álbum decidió entregar todo su corazón al más grande de la historia del rock, a Neil Young.
Y lo que podría ser el típico tributo coñazo que aporta más bien poco a la causa se convierte en una de esas excepciones por las que uno se puede quitar el sombrero y, en este caso, reverenciar a esta dama, perfectamente escoltada para la ocasión por Ola Gustafsson a las guitarras, Dan Berglund al bajo, Jesper Nordenström a los teclados y Christer Jansson a la percusión.
Salvo “Woodstock” todos los temas son composiciones del maestro canadiense. Aunque todo sea dicho, la versión que hace de Joni Mitchell perteneciente al “Ladies of the canyon” de 1970 se halla más cercana de la de Crosby, Stills, Nash & Young en el “Déjà vu”. Precisamente del mencionado disco incluye una suculenta “Helpless”. Asimismo, del mítico cuarteto se suman a esta afectiva muestra de sensibilidad una excelentísima revisión entre timbres, trombones y guitarras del legendario “Ohio” y una sorprendente “Sea of madness”, perteneciente en sus orígenes a la banda sonora del Festival de Woodstock.
“Cinnamon girl” es la que abre el telón de forma elegante con unos guiños jazzísticos que la alejan de la del “Everybody knows this is nowhere”. En esa línea, con un gusto distinguido y refinado, tira del “After the gold rush” del 70 en “Don’t let it bring you down”, en “Birds” y en una siempre emocionante “Only love can break your heart”. Y máxime con ese trombón acompañante de Nils Landgren.
Después, si el piano es el protagonista secundario de una turbadora “Old man” es el saxofón de Per Texas Johansson el que le da la puntilla definitiva a “Hey hey my my”. Además, entre los rescates del “Harvest moon” está una exquisita revisión del tema que daba título a ese trabajo del 92, así como “War of man” y “One of these days”.
Lo dicho, en boca de esta dama escandinava todas las coplas del "Young at heart" adquieren otra dimensión, más cercana al jazz pero que nos demuestra toda la grandeza que atesoran las composiciones de un coloso de la historia del rock llamado Neil Young. Nada menos y nada más.
¿Una nueva Tori Amos? Lo único que sé es que lo que he escuchado, me ha encantado y, la verdad, es que, como siempre, te has vuelto a cascar una entrada espectacular, querido Johnny. Bravo por ti.
ResponderEliminarAlgo muy grande y una maravilla lo que muestras en esta muy bella entrada, saludos
ResponderEliminarMe alegro que te hay gustado, un disco donde se nota la pasión por la música de Young
ResponderEliminarUn abrazo
Una auténtica colección de recreaciones, más que de versiones. Muy interesante. Gracias por la info.
ResponderEliminarUn abrazo!
Desde luego se me antoja imprescindible, los que amamos a Neil no podemos resistirnos, si ademas esta revisitado con la exquisited que dices el deleite garantizado.
ResponderEliminarApuntado queda porque tengo cola y quiero tomarme tiempo con cada disco, me esta encantando el Cosmetics.
Un abrazo.
Es lógico que os guste, Alex, Silvo, Evánder & Addison, es una delicia. Gracias por lo que me atañe.
ResponderEliminarCierto Jesús, contiene mucha pasión hacia el gran Neil Young. Te estoy muy agradecido por descubrirme a esta escandinava.
Gracias a los 5 por la deferencia en dejar comentarios. Abrazos
Meterse en el territorio del maestro no es cosa fácil y por lo poco que escuche esta colorada sale airosa ,me lo anoto para seguirla la campaña ,gracias una ves mas gran JJ
ResponderEliminarUn abrazo
Un disco enorme, que agradezco doblemente, con mi natural tendencia creciente a la tranquilidad.
ResponderEliminarUna reseña que homenajea equilibradamente a maestro y pupila.
Gracias, JJJ
Y que lo digas, my friend Luther, difícil pero sale airosa.
ResponderEliminarEste disco lo vas a apreciar mucho, Alberto. Eso creo.
Un abrazo a ambos y gracias por comentar.