...por encima de todo fue un ejercicio de elegancia velvética supina, de contención, de darle todo el protagonismo a unas melodías que, a fecha de hoy, resultan tan peculiares, exclusivas y características de una institución del pop-rock alternativo como es el señor Wareham...
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Dean, Britta y el resto de la banda en posición. Foto cortesía de Perrín Muchacho Bass |
Aquello fue un viaje relativamente corto, alrededor de una hora y media, pero intenso, muy intenso, demasiado intenso. Y digo que fue un viaje por las sensaciones similares a un estado hipnótico o de alucinación producido por algún estupefaciente.
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Buscando la luna de Valencia. Foto cortesía de Perrín Muchacho Bass |
Perfectamente secundado por su mujer Britta y por una banda que en cada momento, en cada movimiento, mostraba una sintonía y una destreza encomiable. La sensación, cara a la galería, era que estaban sintiendo y disfrutando con lo que estaban haciendo.
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Surcando la galaxia. Foto cortesía de Perrín Muchacho Bass |
El magnetismo intencionado de una balada reciente como “Heartless people” nos trasladó hacia uno de los temas de la época de Galaxie 500, el “Temperature’s rising” de su inolvidable primer álbum “Today”. Algo similar sucedió con “Love is not a roof against, the rain”, en una especie de transbordo espacial, qué deliciosa sonó “Tigerlily” del "Bewitched", mi disco preferido de Luna.
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La bella Britta sonrie al vernos. Foto cortesía de Perrín Muchacho Bass |
Después, el bellísimo medio tiempo actual “Babes in the wood” volvería a recordarnos la grandeza de la Galaxie 500, qué auténtico placer velvetiano escuchar en directo “Strange” o “Tugboat”.
El final fue de pirotecnia, mucho arte. La orfebrería sideral de un temazo actual, “Happy and free”, el que cierra su flamante último álbum, consiguió que buena parte de los congregados despegarán el contacto con el suelo, en un estado de levitación provocado por caricias cósmicas como “Indian summer”, la versión de Beat Happening, y una de mis canciones preferidas de todos los tiempos, la galáctica “Fourth of July”.
Aquella espina, aquella astilla, ya no duele, está ahora a buen recaudo, asociada en la memoria a una inolvidable experiencia sidero-cósmica-musical, la del dream pop más exquisito de la historia.
Me alegro de tu viaje astral Johnny, espléndido ejemplo de pop con clase y música de calidad. No los conocía hasta tu reseña anterior del último álbum. Me lo he apuntado y desde hace unos días he empezado ha escuchar cosas Galaxie 500 y Luna...muy agradecido. Saludos
ResponderEliminarOstras Johnny me alegro un montón que pudieras por fin resarcirte con semejante intensidad. Y así de paso logras que pueda disfrutar de tal belada aunque sea en espíritu. Yo al final no podré estar esta noche en Apolo viéndolo (mi suegro vuelve a estar en el hospital y andamos centinelas). Pero con esta entrada tan magnífica me rememoras y de que forma la que yo viví aquel 1997, cuando vi a LUNA en su gira del PUP TENT en la sala Bikini con mi hermana y con mi cuñado.
ResponderEliminarSALUDAZOS!!
La de espinas que te estás quitando últimamente. ;)
ResponderEliminarUn abrazo.
Qué bonito resulta siempre quitarse las espinas del pasado. Me alegro que ud. disfrutase tanto. Un abrazo, Johnny. Siempre un placer pasar por aquí.
ResponderEliminarPues si, se ve que disfrutas de lo lindo. Muy naturales suenan en el vídeo live en Sydney.
ResponderEliminarSaludossssssssssssssss
Nada puedo decir, Bigger...
ResponderEliminarNi puta gana de quitarme la escafandra ni de pisar tierra. Me quedo con ustedes (Perrín, de nuevo... inmenso en el regalo de emociones, por la emoción y por la sorpresa y lo oportuno del cuándo... un gracias se queda minúsculo...) Me quedo con ustedes en un 4 de Julio de un Indian Summer... en loop...
Abrazos cósmicos
Creo que ahora la espina la llevo clavada yo. OH!! Porqué no seguiré tus enseñanzas!!!!
ResponderEliminarPor lo que veo, mereció la pena la espera. Al final pudiste verlo en directo y, a juzgar por tus palabras, lo disfrutaste de lo lindo. Me alegro por ti, master.
ResponderEliminarUn abrazo!
Da gusto leerte cuando estas de resaca de disfrute musiquero...ya me he hecho con material de este tipo y me pongo con ello, promete mucho.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
qué bien, me alegra que hayas tachado esa tarea pendiente de la lista "cosas que tengo que hacer antes de morir", estoy con Addison, da gusto leerte cuando estás de resaca musical.
ResponderEliminarBien, hay que quitarse espinas. Yo la verdad es que me fue imposible verlo en Madrid porque me coincidía con Dream Syndicate.
ResponderEliminarBrazzzos.
Nunca fuí mucho de Galaxie 500 o Luna, pero al cesar lo que es del cesar, y hay que reconocer que la herencia velvetiana está a buen recaudo con Mr. Wareham.
ResponderEliminarGran crónica, apreciado Johnny.
Un abrazote.
Hay viajes que no se olvidan, Antonio. Me congratula muchísimo tu interés por Galaxie 500 y por Luna. Salud.
ResponderEliminarMira que siento, BBoyz1970, la situación con tu suegro, ya te iré preguntando. Estoy seguro que habrías disfrutado tanto o más que yo con el galáctico. Abrazos extensivos a la family.
Hacemos lo que podemos para quitar espinas, jejeje. Hay que disfrutar lo que se pueda, Sergio, 21st Century Schizoid Man, Babelain, JVC, Evánder, Addison, Raúl, Savoy. Abrazos.
Con “Indian summer” nos acordamos de ti, my little India. No te quitas la escafandra, se divisa todo mejor. Recibe chuches.
Ostras apreciado Ficus, no sé porqué pero te hacía muy fan de las bandas del Sr.Wareham. No siempre vamos a coincidir. Gracias por lo de la crónica. Recíproco abrazote.
Se agradece la deferencia de dejar comentarios. Abrazos a tutiplén.
Qué largos se me han puesto los dientes... Llevo años queriendo ver al lunático, pero nunca lo consigo. Esta vez tampoco pudo ser. Y me alegra saber que siga mirando atrás, hacia los temas de Galaxie y Luna. Por cierto, la expresión "elegancia velvética supina" es magistral y lo describe a la perfección. Saludos!!!!
ResponderEliminarHabrías disfrutado de lo lindo, Mary. Me alegra leerte por aquí. Salud!!!
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