...eligieron bien, reproduciendo tan fielmente el sonido stoniano, recogiendo incluso retales de algunas de sus canciones, que resultaba tremendamente difícil en muchas ocasiones distinguir si quien andaba detrás de este artefacto sónico eran las Satánicas Majestades...
Desde sus inicios en el año 1983, los neoyorkinos CHESTERFIELD KINGS (de Rochester para mayores señas) habían demostrado un aprecio desmesurado hacia el garage sixtie aunque también hacia la llamada British Invasion, especialmente hacia el rhythm&blues stoniano. Greg Prevost, Andy Babiuk y el resto de la banda fueron encuadrados lógicamente en ese revival garagero, tan inolvidable para los suficientes (entre los que me hallo), que brilló en la década de los ochenta junto a egregios nombres de la talla de Fuzztones, Cynics, etc.
Con cinco discos a sus espaldas y cuatro años en silencio estos señores volvieron a lo grande, cascándose uno de los mejores álbumes-tributo que en mi humilde juicio se han parido. Titulado “Let’s go get stoned”, en él no se ocultaba ni en el mínimo detalle el homenaje que dispensaban a Sus Majestades, a la mejor banda de rock & roll de todos los tiempos, a esas palabras mayores que son los Rolling Stones. Incluso, por dejar las cosas claras, hasta la portada era una imitación, reconocimiento o admiración a la edición americana del “Aftermath”, la fabulosa obra maestra que en 1966 publicaron sus altezas.
En su contenido los Chesterfield Kings eligieron bien, reproduciendo tan fielmente el sonido stoniano, recogiendo incluso retales de algunas de sus canciones, que resultaba tremendamente difícil en muchas ocasiones distinguir si quien andaba detrás de este artefacto sónico eran las Satánicas Majestades. Pero sean como sean, lo que está claro es que fueron catorce joyas, imperecederas, sin desperdicio, entre ellas dos versiones del “Beggars banquet” como la eterna “Street fighting man” o una rareza inédita, descarte de las sesiones del mencionado disco del 68 como fue ese obús titulado “Can’t i believe it”, más además también una versión de una clásica exquisitez country como el “Sing me back home” que en 1968 grabó Merle Haggard o el rhytmandbluesero “I’m not talking" popularizado por los Yardbirds dentro del primer período con Jeff Beck, allá por 1965.
A toda tralla comenzaba la cosa, como si estuviera extraído del “Exile main street”, homenajeando con "Johnny volume" a Juanito Truenos, a los Rompecorazones y por supuesto a los New York Dolls. En “Drunkhouse” nos transportamos al “Beggars banquet”. Ídem de lo mismo en “Long ago, far away” a ritmo del “Sympathy for the devil” mientras que mi preferida del disco, “It’s getting harder all the time”, nos embarca hacia el glorioso “Sticky fingers” del 71, al igual que con “Rock’n’roll murder”, “One foot in the graveyard” (maravillosa, conste en acta) o con un blues refinado marca de la casa stoniana como es “Worried life blues”. Asimismo, la imperturbable máquina del tiempo stoniana nos traslada de forma inequívoca hacia el “Let it bleed" del 69 en el tradicional “I’d rather be dead” mientras que en “I’m so confused baby” realizamos un transbordo a dos mil años luz de la tierra recordando el disco de pop más psicodélico de nuestras siempre reverenciadas majestades y que deriva en una ocurrente excentricidad instrumental como “Cannonballs for Christmas” para cerrar el disco de los Rolling que no fue grabado por los Stones.
Apuesto que Mick Jagger y Keith Richards les habría gustado tener en su currículum un álbum de la categoría del “Let’s get stoned” y, de haber sido así, me atrevo a apostar, a elucubrar o a predecir que formaría parte de las numerosas obras maestras que los Satánicos Reales han parido, o quizás diga esto, me reitero, porque yo siempre seré monárquico, pero solamente de la sangre azul de los Stones. Ah, y oígame usted, veinte años después de su publicación se puede confirmar sin temor ni complejos que "Chesterfield Kings is only rock’n’roll, but i like it!!!"
Gran grupo The Chesterfield Kings no han inventado nada pero se han convertido enmaestros de muchas cosas, garaje sobre todo. Este disco demuestra como deberían sonar los Stones hoy en día sin que eso suponga que el grupo sea un imitador simple sino que existe algo más dentro (alma) que provoca que este disco no sea uno más de tantos. esto mismo lo repetirían años después con su homenaje a la música surf con otro grandísimo lp
ResponderEliminarNunca lo escuché pero me has puesto los dientes largos. A por él!!!
ResponderEliminarDiscazo el que nos traes, Johnny. Qué pedazo de banda que fueron los Chesterfield Kings. Tuve la suerte de verles hace diez años en un pequeño club de Carabanchel (Gruta 77) y el concierto fue glorioso.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz estreno bloguero de 2014.
si, yo la verdad es que les debo meter mano urgentemente, no se puede tener todo.
ResponderEliminarBrazzzos.
let's go get stoned, pero ya! vaya homenaje, no? este tema que compartes suena de cojones, vamos, stoniano total. voy a investigar más a estos reyes de chesterfield, me han gustado mucho.
ResponderEliminarSiempre me gustaron los Chesterfield Kings, pero no con ese entusiasmo que le pones tú jejeje. Muy buena propaganda, te entran ganas de ir corriendo a por sus discos y oírlos otra vez (cosa que voy a hacer ahora mismito)
ResponderEliminarSaludossssssss
Los descubrí con este disco, aún recuerdo cómo flipé la primera vez que los escuché, creo que en Radio3... no tardé en caer por la tienda y hacerme con él. Pero reconozco que no he escuchado nada de lo que hicieron antes. Sea como sea, no sé cómo te lo montas para traerme siempre los mejores recuerdos, Johnny.
ResponderEliminarAbrazo
Suena a Stones por los cuatro costados, es indudable. Habrá que hacerse con los discos de estas majestades.
ResponderEliminarUn abrazo, master!
Muy grandes, sin lugar a dudas, si un día me faltaran los Stones no dudaría en ponerme a los Chesterfield, de los que soy fan desde ese "Here Are The Chesterfield Kings" del 82; justo su disco anterior a éste, "The Berlin Wall Sound" me parece una auténtica maravilla de punk-rock garagero muy a lo New York Dolls y es que me gusta todo todo de ellos. Tengo que preparar retrospectiva de estos tipos en mi blog ¡ya!. Saludos
ResponderEliminarViniendo al pelo con esta entrada, se puede decir que siempre he sentido "Simpatía por los Chesterfield Kings".
ResponderEliminarSin lugar a dudas “Let’s go get stoned” es uno de los mejores guiños stonianos de cuantos se han grabado hasta la fecha.
Como siempre Johnny, dando en el clavo.
Un abrazote.
@ Bernardo: Si los Stones sonaran actualmente como este disco de los Chesterfield Kings yo estaría encantadísimo. Efectivamente, este disco no es uno de tantos.
ResponderEliminar@ Nikochan: deberías, fliparás.
@ Gonzalo: gracias, grandmaster, no dudaba que te gustaría este disco.
@ Savoy: mételes mano que te gustarán mucho.
@ Raúl: es una pasada, masterSones, no creo que ningún amante de los Rolling salga decepcionado con este homenaje porque recoge la esencia de lo mejor de ellos.
@ Babelain: tampoco creas que me gustan tanto o que son mi banda preferida de garage ochentero, querido amigo. Personalmente me gustaban más los Fuzztones, los Cynics, los Nomads, los Creeps (eso sin contar Fleshtones o Cramps (palabras mayores para mí) que también tenían connotaciones garageras en aquellos tiempos. Lo que pasa es que este disco de los Chesterfield me parece de un buen gusto por los Stones exagerado, le sacan la esencia a lo mejor y eso no es fácil.
@ Lou: los primeros tiempos son más garageros, están muy bien, muy sixties. Esos recuerdos serán porque vivimos una etapa de la vida en lugares distintos pero similares.
@ Evánder: un rollingstoniano como tú disfrutará con el disco de estas majestades, estoy seguro masterfriend.
@ AntonioR: pues sí, el legado de los Chesterfield puede gustar más o menos pero integridad y actitud no les faltaba. Atento estaré a esa retrospectiva.
@ Ficus: esa es la clave, amigo, y una coincidencia más que sumar, “simpatía por los Chesterfield Kings”. Qué gustazo volver a leerte de nuevo.
Se agradecen los comentarios. Gracias a los 10 y abrazos a tutiplén. .
Hey amigo!!! vi a los Chesterfield Kings en un concierto de Radio 3 hace años y me encantaron, su pose, su sonido, sus canciones....TODO!!. Tu crítica me ha puesto los dientes bien largos, este álbum debe darte un placer tremendo, brutal. A por él!!!!!!!!!!
ResponderEliminarSaludos
Grandes desconocidos para el Teniente, pero suenan muy bien. Tendremos que ponernos al dia y escucharlos. Drogadiscos.
ResponderEliminarAunque no lo creas Johnny no conozco este disco, me pongo a solucionarlo ya...como sabes yo también elegí a los Stones...
ResponderEliminarFuerte abrazo master!!!
@ Pupilo: este disco me da mucho placer, bien lo sabes, apreciado amigo. Y estoy completamente seguro que si te pones con él vas a sentir un gozo similar al mío.
ResponderEliminar@ Bronco: mi teniente, este disco es muy de su cuerda. A por él, so drogadisco.
@ Addison: para un rollingstoniano de pura cepa como tú no deberías dejar pasar este discazo.
Gracias por comentar, mis friends. Un fuerte abrazo para los tres.
Ya me he puesto con ello, y con óptimos resultados,enganchado desde el principio...esto es como la uni tio...jajaja
EliminarAbrazo.