Durante este 2013 que ya entra en su recta final se han cumplido veinte años desde la publicación de aquel directo que con el sistema de numeración de la Antigua Roma se resaltaba en su título de una forma más peculiar el año en que Lou Reed, John Cale, Sterling Morrison y Maureen Tucker, ilustres miembros de la VELVET UNDERGROUND, se reunían de forma inesperada y por última vez para una gira corta pero intensa.
Y ha sido durante el transcurso de estos mencionados últimos veinte años cuando me he preguntado a mí mismo en sucesivas ocasiones qué estaría haciendo en aquel verano del 93, con pocas ataduras o responsabilidades y ya fan de la Velvet desde algunos años antes, acaso absorbido por alguna diosa del pasado o por algún despiste emocional pasajero, para que en su momento no corriera raudo y veloz por Europa a ver en directo a la banda de rock que creo más ha influenciado en mis gustos y preferencias musicales. Y es que, aunque sea a toro pasado, si ha habido un espectáculo de rock que me habría gustado presenciar por encima de todos ese sería el “Exploding plastic inevitable” o, al menos, alguna de las actuaciones posteriores de la Velvet Underground. Así que aquella oportunidad del 93 la pintaron calva, tal como reza el dicho que viene a referirse sobre aprovechar oportunidades que se presentan en la vida.
Es ahora, después de la muerte de Lou Reed hace poco más de un mes, cuando se me está presentando más frecuentemente el legado velvetiano como una especie de necesidad difícil de explicar, podríamos decir mística, como más afectiva y sentimental, valorando si cabe un poco más, que ya es mucho, su magnitud, su importancia, y reconociendo por enésima vez la grandeza de la Velvet, la banda de culto más famosa de la historia, aquella que se apartó de la tradición ignorando las estructuras rockeras establecidas, como una isla perdida, sodomizando y perforando con su banana y con su biblia negra a la historia del rock, y haciendo que su sombra se alargara hasta límites que no creo que sospecharan sus creadores en ningún momento de aquellos gloriosos últimos años de la década de los sesenta.
Puestos a fantasear, en estos instantes imagino rostros anónimos de gente privilegiada que vibró entre el 1 de Junio y el 7 de julio de 1993 en lugares como Edimburgo, Londres, Ámsterdam, Rótterdam, Hamburgo, Praga, París, Berlín, Estrasburgo, Pilton, Lausana, Basilea, Roskilde, Udine, Bolonia, Milán o Nápoles. Fue en el Teatro Olympia de Paris, durante las actuaciones del 15, 16 y 17 de Junio del mencionado año, donde tuvo lugar la grabación del último y apoteósico directo, el de la última gira, de la gran Velvet Underground.
Que abra el doble disco un tema de raza como “We’re gonna have a real good time together”, rescatado de aquel directo del 69 que fue publicado en 1974 (el disco predilecto de mi Reverendo y confesor de pecados), aquel que tenía unas bonitas nalgas en su portada con ropa interior transparente y que motivaron la censura en España, como tantos otros en la oscura época franquista, no hace otra cosa que presagiar que con este artefacto sonoro vamos a pasar un buen rato mientras tarareamos su inolvidable “nanananananana, nananananana,…”
La bacanal no había hecho más que comenzar tras esa inicial declaración de intenciones. No hacía falta suplicar para que llegara el primer fruto carnoso y jugoso, la “Venus in furs” con sus brillantes botas de cuero y su látigo, dispuesta a atender los ruegos a base de azotes. En ese punto del disco me figuro a todos los devotos más enamorados que nunca de la Velvet, entregándose más en alma que con el cuerpo al “Guess i’m falling in love”, perteneciente al material velvético inédito que se rescató en 1986 con el título de “Another view” y del que también se incluye como arranque del segundo disco que nos ocupa un velvético (porque no sé como definirlo de otro modo) himno al señor de la lluvia de una duración aproximada de 16 minutos. Se dice pronto pero no es ningún moco de pavo "Hey Mr.Rain".
Con “After hours”, del homónimo del 69, en boca de la jefa de la percusión Maureen Tucker (que también repetirá cantando en la pegajosa “I’m sticking with you”) se presume larga y desenfrenada la noche con aquello de que todo el mundo parece buena gente en los antros más oscuros dentro de un agradable discurrir de este directo. Eso sí, como pasa en todas las fiestas no todos se lo pasan bien y detrás de una puerta llora aquella pobre chica. Inmensa, sobrecogedora siempre “All tomorrow’s parties”, esta vez con John Cale sustituyendo a Nico en la voz principal al igual que sucede con “Femme fatale”, la hiedra venenosa que es todo seducción, todo fascinación, muy capaz de engatusar a cualquier idiota. Asimismo, en boca de Lou Reed suena distinto a Nico ese espejo, esos ojos que reflejan la verdadera belleza (“I’ll be your mirror”), y de la que se podría afirmar que su resultado es, digamos, más perturbador.
Del magnífico homónimo del 69 hay más piezas que inciden en el discurso velvetiano. Si en “Beginning to see the Light” hay luz tras el largo tunel, el centro de atención en “Pale blue eyes” es el pecado, ella estaba casada y es imposible dejar de mirarla, mientras que en “Some kinda of love” las posibilidades del amor son infinitas, algunos dicen que tal cosa les repugna y al mismo tiempo se excitan pensando en ello.
Llegamos a la parte más abrupta, esa que se ha de amar si de verdad se valora a la Velvet, esa para la que no todos están preparados. Visiones de infidelidad que se apoderaban del cerebro hasta derivar en una hoja de cuchilla que se hunde dentro de uno de los temas más crueles de la Velvet, donde la historia narrada adquiere todo el protagonismo (“The gift”). La dureza continúa, todavía se oye su voz pero está muerta (“I heard her call my name”). Ambas canciones se unen a la consumación final que siempre adquiere la blanca luz, el brillo y el calor que desprende “White light, white heat”.
Más grandeza. Siempre es estupendo y saludable ponerse a bailar “Rock and roll”, y si encima es el de la Velvet la cosa resulta un lujo. Del “Loaded” también aparece en este directo la siempre dulce “Sweet Jane” donde Lou Reed improvisa "contra algunos hijos de puta que dicen que la vida es una mierda" añadiendo una frase clara y concisa que recuerda que este directo son palabras mayores: “…we ego off to a Velvet Underground concert…”. Por cierto, después una excentricidad inédita para la causa, el poema infantil “Velvet nursery rhyme” donde tito Lou presenta a toda la banda con ritmo de feria para acabar afirmando que "esto es una auténtica mierda, que hay que dar paso a algo más serio", y algo más serio es la música de la Velvet Underground.
Y más canciones duras imprescindibles como ese cántico a la pobreza titulado “I can’t stand it” que fue incluido en el “V.U” publicado con material antiguo en el 85, y tres joyas difíciles de digerir pero imprescindibles para comprender a la Velvet como son “The black angel’s death song”, “I’m waiting for the man” y “Heroin”, con las drogas, los fantasmas y la muerte danzando.
Cierra el disco “Coyote”, otra inédita de este directo, para mirar al cielo, tirar la primera piedra y reconocer el aullido de ese perro salvaje en la cima de la montaña.
El resultado de aquella gira que acabó como el rosario de la aurora entre los componentes del grupo fue de críticas muy enfrentadas, por un lado los que valoraban el significado de aquella reunión y por otra los que no la comprendían aduciendo motivos económicos o de otra índole. A mi juicio, y ahora que el tiempo corre a su favor, ahora que casi todos vuelven a reunirse, ahora que los mitos siempre son más mitos después de muertos y que la Velvet Underground fue, es y será el grupo más underground (con todo lo que su significado implica), creo que afortunados fueron aquellos que los vieron en directo porque ellos siempre podrán decir que vieron su luz, su "white light".
Tremenda gira aquella, tremendo tema el que has puesto, tremendísima banda que siempre se distinguió por ser muy diferentes al resto y hacer algo que no hacía nadie... qué maravilla escribirte sonando este TEMAZO SIDERAL de fondo... GLORIA!!!
ResponderEliminarBrazzzos.
Ya me lo he pedido a los Reyes Magos, no he tardado ni un minuto... canela fina.
ResponderEliminarAbrazo.
Que recuerdos este CD, es el primero que compró un intimo amigo mio cuando empezaban los Cds y casi nadie tenia aparato aún, te hablo hace casi treinta años...
ResponderEliminarYo también tarde en etrar con VU, pero cuando lo hice fue para siempre...
Un abrazo y entradón Johnny.
Joder, lovely, ya sabes que coincidimos en adoración a la Velvet, y, simplemente, lo has bordao...yo les dediqué un artículo el mes pasado en la revista y estoy contigo en que, para transgresores, ELLOS.
ResponderEliminarMenudo post te has currado, exuda amor por la Velvet en cada palabra...me he puesto másqueperra y todo, que lo sepas...
Kissessssssssssssss.
La madre que te parió, esto es sacarle partido a un disco. Lou Reed te está bendiciendo desde el infierno.
ResponderEliminarAprovecho, necesito una Venus in furs que me azote, hay alguna dispuesta?
De pequeño con Gorila Maguila y de mayor con la Velvet, la banana siempre sera mi estandarte
ResponderEliminarLa Velvet es la Velvet. Lo tomas o lo dejas. Cuando oía este disco al principio, reunidos de nuevo después de tantos años, me parecía que se palpaba la lucha de egos por todos los lados, pero de ahí salía también algo nuevo. No era lo mismo que antes, que también existía esa lucha, lo que pasa que echo en falta la frescura de los primeros tiempos; cosa de lo más normal, por otra parte.
ResponderEliminarMagnífica crónica, si señor.
Saludosssssssssssss
No es lo mejor de us discografía para mi gusto pero es la velvet
ResponderEliminarSinceramente, Johnny: uno de los textos más brutales que te he leído, enhorabuena. Dios mío, frases como "se apartó de la tradición ignorando las estructuras rockeras establecidas, como una isla perdida, sodomizando y perforando con su banana y con su biblia negra a la historia del rock" no solo definen perfectamente a la Velvet, sino que demuestran madera de gran escritor. Me alegra que reivindiques este directo, es una joya, demostrando que quien tuvo, retuvo. La Velvet es un grupo tan enorme como los Beatles, del mismo nivel; ya sabes que, junto a Dylan, los Beach Boys, AC/DC y los Stooges, conforma mi particular cielo roquero.
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que Johnny es mucho Johnny Gonzalo...¿Donde te dejas a los Stones???
EliminarAbrazos a ambos.
Yo no sé por qué tengo una edición simple de este disco, del que sí tengo la edición doble es del de las braguitas.
ResponderEliminarNo son las mejores versiones de la Velvet , con un Lou Reed ya perdiendo voz a raudales, bajando una octava en sus interpretaciones.
Eso sí venía de hacer algunos de sus mejores discos en solitario. Y aún estaba le quedaba cuerda.
Es una música que tiene una gran carga emocional. Esta que has puesto, Stephanie eyes,I''ll be your mirror y Femme fatale, de mis baladas preferidas.
Buena ocasión para recordar y sacar los cedés de la estantería.
Pero sí lo tengo en ¡casette! Joder llevo un rato buscando y resulta que no sabía en el formato que lo tenía. Bueno, no creo que la pletina del equipo esté muy católica. Desde luego que en le 93 no me hubiese permitido la posibilidad de ver algún concierto de la gira. Mi descubrimiento de la Velvet fue posterior a Reed y lo recuerdo impactante ¿dónde había estado hasta entonces? Todo ese mundo de la Plastic de Warhol llegó a fascinarme, es más, siempre soñé con haber estado en algún concierto en el Max's Kansas City. Salud y Felices Fiestas...
ResponderEliminarMe haré con el disco si en alguna ocasión me cruzo con él, más que nada para completar lo que aun me queda de la banda. Soy más de los live de su primera época, el "1969" (comprado cuando todavía la censura hacía mamarrachadas y no había ni siquiera Cds) y el "Max Kansas". Excelente texto como siempre Johnny.
ResponderEliminarSaludos,
JdG
Con la Velvet soy más de estudio, pero no le hago ascos a un buen directo. Me lo apunto. Estoy con Gonzalo, muy buena reseña. Abrazos tocayo!!
ResponderEliminarPd. Publicaras listas este año??
Hey, aquel directo del 69 publicado en el 74 también está entre mis favoritos!! fue con ese disco que descubrí a la Velvet... hace la friolera de... buf, la mitad de los años que tengo ahora, jaja. Desde entoces, que vi la luz, hasta hoy en dia. Y me da a mi que no para aqui. White Heat!!!
ResponderEliminarAmunt
Pedazo de post, amigo. Directamente proporcional a tu pasión por esta banda. Grandes ambos.
ResponderEliminarUn abrazo!
Gran texto y grandes enseñanzas las que me das. Johnny. gracias. como decia cuando era pequeño "me lo pido"...
ResponderEliminartoma platanazo! un texto vibrante, con pasión, con veneración, así da gusto disfrutar de la música, verdad? el tiempo es el que al final da razones, o las quita, y probablemente, con el tiempo, hasta ese experimento extraño que hizo el maestro con metallica estará cargado de razón!
ResponderEliminarTodos tenemos espinas clavadas de algo que nos habría gustado ver y al final no lo vimos, nunca es lo mismo pero si queda grabado testimonio audiovisual como es este caso no es la misma sensación que verlo en directo pero así podemos ver una y otra vez lo que nos gusta, de la Velvet disfruta muchísima gente
ResponderEliminar@ Savoy: Gloria eterna a la Velvet Underground. Brazzzzzo.
ResponderEliminar@ Sergio: ojalá te hayas portado bien y te lo traigan los Reyes de Oriente. Abrazo.
@ Addison: me alegro que te haya gustado el post y que compartamos la pasión por la Velvet. Abrazo.
@ Sincopada: es un orgullo haberte puesto “masqueperra” por ese amor velvético. Recibe kissssses siempre.
@ Jordi: pues la verdad es que no sé si hay Venus fogosas dispuestas a azotarte pero es un honor si Lou Reed me ha bendecido desde el infierno.
@ Duke: mira que eres cabrón y gorilón. Aunque a ti te debo el honor de haber descubierto la banana hace un buen montón de años, la de la Velvet claro porque la mía me la descubrí solito.
@ Babelain: sí, te entiendo, para mí fue la Velvet desde una nueva perspectiva. Gracias por lo que me atañe, abrazossssss.
@ Bernardo: y la Velvet es mucho, palabras mayores.
@ Gonzalo: gracias hermano, que digas eso del texto es un gran orgullo para mí ya que te considero el number one de las letras en la blogosfera. Por cierto, como dice Addison, dónde te has dejado a los Stones o por ejemplo a Neil Young. Abrazo.
@ Millan65: porque es posible que tengas la edición single que salió de 10 temas. Me alegra que te haya servido para desempolvar algo tan saludable como la Velvet Underground.
@ AntonioR: te entiendo, a mí me pasó lo mismo, me fascinó todo lo de la Velvet, con la diferencia de que salvo alguna canción descubrí antes el universo de la Velvet que el de Lou Reed en solitario. Salud.
@ Javier de Gregorio: ese Max’s Kansas en directo fue de mis primeros vinilos de la Velvet. Si te haces con este directo míralo desde otra perspectiva en el tiempo, muy grande. Gracias por lo que me corresponde del texto. Saludos.
@ Solo: en cierto modo, por la calidad de sonido grabado este directo se asemeja más a los de estudio. Gracias por lo de la reseña, tocayo. El próximo post será la lista del año, apreciado tocayo, deseo que te guste y leerte por aquí para ver qué te parece. Después me retiraré y no publicaré nada hasta pasados los Reyes como mínimo. Abrazos.
@ Karlam: entonces pondría la mano en el fuego de que esa luz te acompañará siempre. Amunt.
@ Evánder: gracias, masterfriend, me alegro que te haya gustado. Abrazo.
@ JVC: a tu disposición lo que que quieras. Gracias por lo del texto.
@ Raúl: pues sí, masterSones, el tiempo da y quita razones. Y es verdad eso de Lou Reed con Metallica, no me extrañaría nada que se acabara valorando ese extraño experimento sonoro que incluso a mí por ahora no le acabo de pillar todo el punto.
@ Boris: pues sí, amigo, al menos nos queda ese testimonio audiovisual y es una gozada.
Se agradecen los comentarios. Abrazos a tutiplén.
Feliz Navidad, tocayo. Que lo pases bien con tus chicas y que el 2014 te sea muy buen año!. Abrazo!
ResponderEliminarQué gran banda y qué maravilla habría sido verlos en directo. Pocas experiencias más grandiosas se me ocurren tio.
ResponderEliminarBueno, aprovecho para felicitarte las fiestas. Un abrazo
Brillante y apasionado, Johnny.
ResponderEliminarRecuerdo que en su día me emocioné con la noticia de esa reunión, aunque luego no me decidiera a hacerme con el disco resultante (quizá influido por la forma en que, como dices, parece que terminó todo, y también porque pensé que con lo antiguo tenía suficiente).
Un abrazo y mis mejores deseos para estas fiestas.
Como decimos por Mallorca ¡Bon Nadal i molts d'anys!
Babeando me quedé tras leer esta maravillosa historia sobre uno de los grupos más influyentes de la historia. Ya sabes en qué puesto los he situado siempre. Tampoco me enteré de esta gira, solo cuando vi el CD y el VHS a la venta, los cuales no tardaron en engrosar mi discreta colección musical. Recuerdo que sobre 1990 vi que se habían reunido por sorpresa en París y pude disfrutar por primera vez de escucharlos en directo con imágenes. Solo eran unos minutos, o quizás menos, pero quedé extasiado. Qué tiempos aquellos cuando poco era mucho. Ahora ya sabemos que la red nos proporciona todo lo que deseemos y parece que ciertas cosa pierdan el valor que antes se les daba.
ResponderEliminarSupongo que tras la grabación del "Songs for Drella" a cargo de Lou y John se limarían algunas asperezas y que todo culminaría en esta sorprendente gira para gusto y deleite de los afortunados que pudieron asistir a alguno de sus conciertos. Se hace extraño poder escuchar sus canciones con esta gran calidad de sonido, quizás pierdan algo del lado salvaje e innovador que siempre las caracterizó. A mí personalmente no me importa y lo considero un documento sonoro imprescindible.
Amo a la Velvet pero más te amo a tí, bribón.
Un saludo,
beblack.
@ Solo: apreciado tocayo Ned, siento no haberte contestado antes, los mejores deseos también para ti. Abrazo fuerte.
ResponderEliminar@ Lorbada: imagínate lo que habríamos disfrutado con un concierto de la Velvet. Mis mejores deseos en el 2014 también para ti. Abrazo.
@ Lou: pues ya sabes, my friend, recuperar ahora este directo es una experiencia fantástica, en otra dimensión si cabe. Deseo que hayan ido muy b ien las fiestas para ti y los tuyos. Abrazo.
@ Beblack: cierto, apreciado Reverendo mío. Para los que llevamos muchos años velvéticos resulta curioso el valor que pierden las cosas con esto de la red. Estoy seguro que el “Songs for Drella” fue determinante para la reunión. Para mí también es un documento sonoro imprescindible. Nos amamos y amamos la Velvet, qué se le va a hacer.
Se agradecen los comentarios. Abrazos a todos.