Jose Ignacio, es un honor y un auténtico orgullo que tengas la deferencia de compartir parte de tu tiempo en este humilde espacio para profundizar sobre algunos aspectos semi-ocultos de esas fabulosas últimas “formas de matar el tiempo”.
A tu disposición
De mi abuelo, gran jugador de dominó y que en paz descanse, heredé un trofeo. Era una blanca doble tallada en madera de grandes dimensiones con una breve cita que decía “quien con ficha mata, con ficha…” Él me enseñó a guardar la blanca en el juego por lo que tuviera que llegar. La posición de las pálidas fichas en la portada de “Formas de matar el tiempo” me parece abierta a varias interpretaciones que tienen mucho que ver con el contenido del disco.
Bueno… el diseño de portada es obra de Alfonso Aguilar,
Perroraro. Queríamos una imagen potente que sirviera de metáfora visual del
contenido del disco. Con algo tan cotidiano como es el dominó creo que se ha
conseguido dar que pensar. Ahí están presentes varios conceptos flotando:
el orden, el azar, el vacío, lo imprevisto, lo imposible, cierta amenaza de
derrumbe…
¿Qué te parece si te digo que no desecho para nada la idea de que llegue el día en que alguna madre (o algún padre) le cante a su hijo/a “Un día de perros” al ver a éste aburrido/a y dibujando lágrimas de plata en un sol?
Quizá cuando “Un día de perros” se haya convertido en la vieja
canción que la madre le canta al hijo en la última estrofa. Se trata de un
ejercicio meta-musical. En la canción, uno de los personajes, la madre que
suspira, le canta esa misma canción a su hijo. Me gustaba la idea, una especie
de juego de espejos. Además el estribillo es muy infantil. Bueno… perversamente
infantil.
Matemáticamente las líneas paralelas son equidistantes y jamás se cruzan. La emoción y el sentimiento de muchas canciones tuyas, como por ejemplo “Muy lejos de aquí”, permite que se unan esas líneas aunque sea allá a lo lejos, en esa línea conocida como horizonte.
Ya te lo decía antes, me gusta plantear imposibles en las
canciones. El tema de esperar la unión de unas líneas paralelas, o el creer que
un tren abandonado en vía muerta nos va a llevar lejos de aquí. Todos sabemos
lo que es una vía muerta. Son formas de pedir lo imposible sabiendo de antemano
que debajo del pavimento no está el mar, como decían aquellos ilusos, sino la
fría tierra donde cavarán nuestra tumba.
¿Conseguiremos “por fin“ entre los suficientes que algún día se orienten bien todas las antenas y se reconozca a Lapido como el mejor compositor (o uno de los mejores) de la historia del rock español?
Lo de mejor o peor es correcto plantearlo en
competiciones deportivas. Son conceptos que en el deporte se pueden medir: el corredor más rápido, el que salta más alto o el que mete más goles. En música y en el arte en general, calificar algo de mejor o peor sólo responde al subjetivismo del que escucha la canción o contempla el óleo. En cualquier caso me siento halagado con que haya algunos que así lo piensen. Al escribir mis canciones intento mantener un estilo personal, tener una voz propia, y me exijo a mí mismo mucho en esa tarea, pero soy consciente, y creo que todos los autores deberíamos serlo, que estoy dentro de una tradición muy antigua, que formo parte de una corriente continua en la que todos los músicos participamos.
competiciones deportivas. Son conceptos que en el deporte se pueden medir: el corredor más rápido, el que salta más alto o el que mete más goles. En música y en el arte en general, calificar algo de mejor o peor sólo responde al subjetivismo del que escucha la canción o contempla el óleo. En cualquier caso me siento halagado con que haya algunos que así lo piensen. Al escribir mis canciones intento mantener un estilo personal, tener una voz propia, y me exijo a mí mismo mucho en esa tarea, pero soy consciente, y creo que todos los autores deberíamos serlo, que estoy dentro de una tradición muy antigua, que formo parte de una corriente continua en la que todos los músicos participamos.
Me consta y sigo con interés tu implicación y posicionamiento a nivel social o político como columnista en algún medio de comunicación. De todos es sabido que el futuro no es muy prometedor pero en “Cosas por hacer” hay cierto halo de esperanza, al menos a nivel afectivo.
Aunque la letra tiene más mala leche que lo que el título puede
presuponer creo que he hecho con esta canción un ejercicio de autosugestión,
de obligarme a pensar, y a decir, que las cosas pueden mejorar, ¿en qué
sentido? No lo sé. Lo que sí es verdad es que no tiene demasiado sentido
encerrarse en una habitación a oscuras y pensar que alguien va a venir a
arreglarte la bombilla fundida. O lo haces tú o no lo hará nadie por ti.
Enorme esa figura que me viene a la mente del “niño de mirada triste que sonríe en la foto y sostiene entre sus manos un Kalashnikov”, inmersa en“40 días en el desierto”, otro compendio de sueños rotos y preguntas sin contestar tan habituales en la discografía de Lapido.
Es una imagen fuerte, qué duda cabe, pero sale en los
telediarios bastante a menudo, cada vez que dan noticias de esas guerras casi
desconocidas en remotos países africanos. La canción juega con la historia
bíblica del retiro de Jesucristo al desierto en busca de respuestas. Yo lo hago
mío y vuelvo del desierto, sin respuestas pero con sed.
Estoy totalmente de acuerdo y “no hay vuelta atrás” en que “declarar el amor al arte y cantarle a la insatisfacción” podría ser una equivocación pero por ahí hay que buscar el sendero de la salvación.
El arte, y la música en particular, para mí ha sido una tabla de
salvación. Hace muchos años, descubrir el rock’n’roll fue como encontrar el
sendero correcto entre la niebla de la adolescencia. No se trataba de buscar
una profesión, eso ni se planteaba, era cuestión de saber quién eras, en qué
lado de la línea estabas.
Diría que a pesar de su ritmo adictivo y trepidante “La ciudad que nunca existió” posee también un puñado de connotaciones de vigente actualidad: “se agotó el filón de oro”, “cerró el taller”, “se oxidaron las leyes”… ¿Te atreves a predecir realmente que se cumplirán los peores presagios?
Todo lo que es susceptible de empeorar, empeorará. Y más con los
remedios que nos están recetando. Ahora mismo si alguien se tuerce un dedo se
le amputa el brazo. En ese plan no hay quien sobreviva mucho tiempo. El país
está desmoralizado y desesperanzado, y no hay que tomarse a la ligera esta
situación si se alarga demasiado en el tiempo porque los fascismos de los años
treinta nacieron en situaciones similares. La gente en Europa está muy cabreada
con las democracias y eso lo pueden aprovechar los caudillos de turno. El
problema es que los políticos que están en el poder tienen un nivel bajísimo,
ninguno de ellos es un verdadero estadista, sólo van buscando buenos resultados
electorales a corto plazo. La misma Angela Merkel, se muestra más dura con el
resto de países o más tolerante dependiendo de si tiene elecciones cerca o no.
Un auténtico desastre.
La historia se escribe con piedras, puñales y tiros. Al menos ese apartado de los “desvaríos” no lo veo como puro delirio aunque quizás esté malinterpretando alguna señal.
Volvemos al juego del loco cuerdo, o del cuerdo que desvaría. La
Historia está llena de ejemplos escalofriantes de desquiciados que han tenido
el poder y también de personas sensatas que han fracasado en su misión. Pero lo
de las piedras, los puñales y los tiros es el mejor resumen en tres palabras
que se me ocurría de la Historia de la humanidad. Porque así ha sido.
La cosa “esta que arde”, y en ella el sepulturero obedece al ministro, el barco está hundido y urge cambiar de tripulación. ¿Crees que la ciudadanía realmente está concienciada e implicada en esa gran urgencia?
El “azar” es el protagonista principal de la canción que cierra el disco para que sea el encargado de borrar todos los rastros de dolor. Me gusta ese final, me atrevería a elucubrar que está muy estudiada su posición.
Sí, claro. En mis discos nada es casual. Las canciones están en
determinado orden porque me he tirado un montón de tiempo pensando cuál es el
más adecuado y el por qué una canción deber ir en determinado sitio. Lo que
ocurre es que ese proceso no suele explicarse.
Hasta la brisa se puede transformar en un huracán y absolutamente todo está sujeto a un cambio súbito y repentino. Parece ser que no hubo sitio para un “giro inesperado” pero vaya temazo.
Gracias. Me alegra que sea de tu agrado. Pero me ceñí a 20
minutos por cara para que la edición en vinilo fuera posible y con buen sonido.
Había que dejar dos fuera, una es ésta y otra más que hay que ya veremos dónde
y cuándo sale a la luz.
Vayamos ahora con un detalle a nivel musical que me interesa especialmente. Me consta por alguna entrevista que he leído de tu admiración hacia los Rolling Stones. Existen guiños evidentes en temas como “Cuando por fin”, “40 días en el desierto”, “No hay vuelta atrás” o “Está que arde”, pero querría incidir en que me encanta como llevas esas guitarras a tu terreno hasta aparentar progresivamente que desaparece cualquier atisbo de sus Majestades Satánicas.
Una cosa es que esté influenciado por los Stones y otra que
intente imitarlos. A mi edad sería un poco absurdo. Realmente el único guiño
que hay en el disco a Keith Richards está en el comienzo de “Cuando por fin”,
esos dos acordes que se repiten. Richards también a su vez ha reconocido ser
discípulo de Chuck Berry y de Hubert Sumlin’, el guitarrista de Howlin’ Wolf, y
me imagino que estos dos lo serían de otros anteriores. Es lo de la tradición
que te comentaba antes.
Y dejando a un lado ya las “formas de matar el tiempo”. Se ha producido un empate técnico. 7 discos de 091 y 7 discos de Lapido a lo largo de 30 años de trayectoria musical. Se dice pronto. Veo más lógico que la balanza se decante en el futuro hacia Lapido.
Empecé mi carrera en solitario en 1999, es decir, que son ya 14
años, los mismos que estuve con 091. Lo más lógico es que mi carrera actual sea
más larga que la de los Cero. De todas formas, lo que está claro es que llevo
más de tres décadas haciendo rock. Empecé a tocar en grupos a finales de
los 70, así que… haz la cuenta. Tal vez sea demasiado tiempo.
Qué lujo, qué entrevista, qué pasada, chico!!!
ResponderEliminarEnhorabuena por la entrevista.
Felicidades tío, pedacho entrevista con rigor y criterio si señor!! Aún recuerdo las que que hice para el Fanzine de mi juventud y se pasan unos nervios que pa que, imposible no acabarlas sin quedarte la sensación de que has hecho el ridiculo y has preguntado chorradas; pero al final es lo más satisfactorio que pueda uno hacer: Enfrentarse a una entrevista como entrevistador y montarla después (capturar el instante)
ResponderEliminarFELICIDADES!!
Gran entrevista y grande Lapido.
ResponderEliminarUn saludo,
beblack.
vaya conversación de altura, da gusto escucharos hablar, de música, de la vida. tienes unas dotes periodísticas cojonudas amigo, felicidades por la entrevista, y un 10 para el maestro por su amabilidad, por su prestancia
ResponderEliminarMuy buena la entrevista que muestra a un artista cercano y de gran personalidad,...y el blog gana muchos enteros (que ya tenía de antes)
ResponderEliminarSaludos,
JdG
Excelente entrevista, Johnny, con uno de los más grandes artistas españoles. He disfrutado mucho tanto de las respuestas como de las preguntas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Chapeau! ....
ResponderEliminarDa gusto leer entrevistas así, que se alejen de lugares comunes y profundicen con tanto mimo en la obra de un artista. Gracias a los dos. Lapido se merece esto y más, pero sobre todo que la gente escuche sus canciones con los cincos sentidos.
ResponderEliminarBravo, Johnny, bravo.
Bravo, Lapido, bravo.
Maravillosa entrevista Mi Comandante. Una gran hemorragia de placer, el poder compartir con Jose Ignacio y contigo un rato muy, pero que muy agradable. Larga vida al Rock.
ResponderEliminarfelicidades excelente preparación de las preguntas y excelentes respuestas
ResponderEliminarHe leído otras entrevistas tuyas y has conseguido superarte. Se nota el entusiasmo hacia la propuesta de Lapido, algo que comparto. Magníficas preguntas y extraordinarias respuestas.
ResponderEliminarUn abrazo de Pep
Yo daría el 10 a los dos. Fantásticos
ResponderEliminarDetrás de esas inmensas canciones queda demostrado que hay un gran tipo; muchas gracias por el regalo Johnny.
ResponderEliminarSaludos.
Afortunadamente a Lapido se le va reconociendo su importancia, su valía y sobre todo su talento y maestría.
ResponderEliminarSaludos.
Molt bona Johnny, de les millors que he llegit de Lapido. Molt gran l'últim disc. Salut i força mestrefriend
ResponderEliminarMe ha encantado la entrevista, Johnny. Entrevistado y entrevistador a la misma altura. Todo un lujo leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo!
si señor, gracias a los dos por la entrevista, es estupenda. Además dan unas ganas terribles de oir el elepé.
ResponderEliminarGracias y un abrazo!
Me alegra que os haya gustado la entrevista, ya sabéis muchos de vosotros lo que siento por la obra del maestro granaíno. Afortunadamente como dice Javistone se le va reconociendo su importancia, pero yo entre los comentarios destacaría esa frase de Lu que dice que lo más importante es "que la gente escuche sus canciones con los cinco sentidos". Gracias por comentar y abrazos múltiples.
ResponderEliminarMe ha parecido excelente Johnny, la verdad es que tanto preguntas como respuestas están a muy alto nivel y se nota que tu le entiendes en sus discos y él sabe contestarte a gusto.
ResponderEliminarMe quedo con esta respuesta: "El arte, y la música en particular, para mí ha sido una tabla de salvación. Hace muchos años, descubrir el rock’n’roll fue como encontrar el sendero correcto entre la niebla de la adolescencia. No se trataba de buscar una profesión, eso ni se planteaba, era cuestión de saber quién eras, en qué lado de la línea estabas."
Bravo por Lapido y bravo por ti brother.
Brazzzos.
Me ha gustado la entrevista, las preguntas y las respuestas. Me parece de una gran precisión su comentario sobre la situación política y económica actual en España y la relación que guarda con Europa. Es muy acertada, creo yo, pero también es cierto que acojona a lo que nos está conduciendo.
ResponderEliminarUn abrazo, Johnny. Gran entrada.
Ah, y prometo que no copié de Gonzalo. Acabo de leer su comentario y dice una frase que también utilicé yo, joder, vaya coincidencia!! ;-D Ciao
ResponderEliminarExcelente, Johnny. Genial Lapido y genial tú.
ResponderEliminarCoincido con todos. Buenas e interesantes preguntas y buenas e interesantes respuestas.
ResponderEliminarEnhorabuena Johnny.
Saludosssssssssssssssss
Gran entrevista maese Johnny.
ResponderEliminarLapido, magistral como siempre. Y es que, parafraseando al homenajeado, tratándose del maestro granaíno "Nada es casual".
Chapeau.
Un abrazote.
Wow! Açò si que no m'ho esperava. Grans les paraules del mestre, i gran la teua entrevista. Enhorabona!!
ResponderEliminarEn este blog se trata muy bien a Lapido y me parece lo justo el detalle que ha tenido de pasarse por aquí para contestar unas preguntas muy interesantes
ResponderEliminarNivelazo de las dos partes. Todo lo que hace es minucioso porque le gusta. Trata la música con rigor y respeto, y aprende de su trayectoria, sin caer en historicismos musicales ni en fórmulas baratas. Música, letra, pasión y rock and roll. Es ARTE, si con mayúsculas. Además me siento afortunada al poder haberlo visto en directo.
ResponderEliminarSaludos y enhorabuena, que par!
Magnífica entrevista, gran trabajo amigo!! Queda clara tu pasión por Lapido, y la que él pone en su música.
ResponderEliminarUn abrazo
Johnny eres la caña, entrevistar al maestro pero como un maestro.Preciosa entrevista. Dulce como un bollo de mantequilla de Bilbao ;-)
ResponderEliminarHey amigos, de verdad que me encanta que os haya gustado la entrevista. Como bien sabéis se trata de un artista que lo tengo en grandísima consideración, allá arriba. Abrazos múltiples.
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