Se trataba de una de las citas del VII Aniversario Vinilo Valencia en una fecha histórica como era la del 23 de febrero y que, en cierto modo, nos servía a los suficientes para reivindicar el rock patrio en alguna de nuestras ricas lenguas. Para ello qué mejor elección en la sala valenciana de Wah Wah que dos de los grupos españoles más interesantes de los últimos veinte años: Lagartija Nick y Doctor Divago.
Abrieron fuego a eso de las 22:30 horas más o menos los valencianos de DOCTOR DIVAGO demostrando por enésima vez su calidad y su singular universo ante la parroquia que más les aprecia. Junto a algún tema que formará parte de su esperadísimo nuevo álbum del que se especula su publicación después del próximo verano, destacaron entre las abundantes gemas de su repertorio algunos clásicos de la talla de “Taxista de memoria fotográfica”, “La belleza muda de los secretos del mar”, “La habitación de Charo”, “Frunciendo el ceño”, “Los tontos buenos tiempos”, “El asesino tocaba la armónica”, “Silencio”,… para acabar dejando muy alto el pabellón con una de sus habituales versiones, nada menos y nada más que “Tiempos felices”, el megatemazo sesentero de Los Pasos.
No habría hecho falta nada más para una concurrencia plenamente satisfecha pero todavía quedaba un segundo plato de buen caldo español.
Era el turno de los granadinos LAGARTIJA NICK, el grupo de Antonio Arias, el que fuera inicial bajista de los legendarios 091, quienes principalmente deleitaron al personal con un recordatorio espléndido de su primer álbum de debut “Hipnosis” allá por el año 1991. Y aquello se convirtió en una orgía de decibelios que igual evocaban a los Stooges que a Bauhaus (de los que incluso le deben el nombre de la banda por su mítica canción) pero sobre todo a los Sonic Youth.
Y así fue como progresivamente los ojos de los presentes fijaron toda su atención mientras las mentes esperaban voces en off que evitaran la explosión al compás de un “qué puedes ver, ver... no lo puedes ver”. De tal tamaño fue la hipnosis en la tensión de jóvenes (y no tan jóvenes) sicarios como yo que se quedó bien marcado aquello de que la nueva Europa nos puede aburrir tanto como América, mientras una frase retumbó sangrante en la noche valenciana del 23 de febrero: “El mundo del rock es un trampolín para los mediocres. Queremos ser una maldición con un ojo puesto en nuestra salvación”.
P.D.1: a destacar en plena maraña de decibelios dentro de la recta final del concierto un espontáneo emocionado que llegó a superar la barrera del sonido ambiental repitiendo una y otra vez la frase de “dale caña, Antonio, dale caña, hostia”.
P.D.2: no ví mucha emoción multitudinaria en un detalle pero algunos nos elevamos a un palmo del suelo cuando Lagartija Nick se cascó una extraordinaria versión del glorioso “Nacidos para dominar” de Parálisis Permanente.
Abrieron fuego a eso de las 22:30 horas más o menos los valencianos de DOCTOR DIVAGO demostrando por enésima vez su calidad y su singular universo ante la parroquia que más les aprecia. Junto a algún tema que formará parte de su esperadísimo nuevo álbum del que se especula su publicación después del próximo verano, destacaron entre las abundantes gemas de su repertorio algunos clásicos de la talla de “Taxista de memoria fotográfica”, “La belleza muda de los secretos del mar”, “La habitación de Charo”, “Frunciendo el ceño”, “Los tontos buenos tiempos”, “El asesino tocaba la armónica”, “Silencio”,… para acabar dejando muy alto el pabellón con una de sus habituales versiones, nada menos y nada más que “Tiempos felices”, el megatemazo sesentero de Los Pasos.
No habría hecho falta nada más para una concurrencia plenamente satisfecha pero todavía quedaba un segundo plato de buen caldo español.
Era el turno de los granadinos LAGARTIJA NICK, el grupo de Antonio Arias, el que fuera inicial bajista de los legendarios 091, quienes principalmente deleitaron al personal con un recordatorio espléndido de su primer álbum de debut “Hipnosis” allá por el año 1991. Y aquello se convirtió en una orgía de decibelios que igual evocaban a los Stooges que a Bauhaus (de los que incluso le deben el nombre de la banda por su mítica canción) pero sobre todo a los Sonic Youth.
Y así fue como progresivamente los ojos de los presentes fijaron toda su atención mientras las mentes esperaban voces en off que evitaran la explosión al compás de un “qué puedes ver, ver... no lo puedes ver”. De tal tamaño fue la hipnosis en la tensión de jóvenes (y no tan jóvenes) sicarios como yo que se quedó bien marcado aquello de que la nueva Europa nos puede aburrir tanto como América, mientras una frase retumbó sangrante en la noche valenciana del 23 de febrero: “El mundo del rock es un trampolín para los mediocres. Queremos ser una maldición con un ojo puesto en nuestra salvación”.
P.D.1: a destacar en plena maraña de decibelios dentro de la recta final del concierto un espontáneo emocionado que llegó a superar la barrera del sonido ambiental repitiendo una y otra vez la frase de “dale caña, Antonio, dale caña, hostia”.
P.D.2: no ví mucha emoción multitudinaria en un detalle pero algunos nos elevamos a un palmo del suelo cuando Lagartija Nick se cascó una extraordinaria versión del glorioso “Nacidos para dominar” de Parálisis Permanente.
Lagartija nick es de mis bandas preferidas españolas. Todo un lujo que los pudieras ver en directo.
ResponderEliminarCuando todo suma y la música está por medio no puede salir más que algo genial, saludos
ResponderEliminarRecuerdo a doctor Divago en el felipop en el 2008 excelente concierto.
ResponderEliminarJoder... no me entero de nada.
ResponderEliminar:(
Me puedo imaginar que estuvo de puta madre, son dos de mis grupos nacionales preferidos aunque si tengo que escoger me quedo con los de la terreta. Acabar con la de Paralisis debió ser lo máximo.
ResponderEliminarDos veces vi a Lagartija en 1995, luego en el 97 con Morente. Tengo muy buenos recuerdos de los tres conciertos. De Doctor Divago no hablo, pues desconozco, pero me tendré que poner con su música. Suerte hoy con los Dogs, ayer estuvieron muy bien en Madrid. Además, verles en compañía de Lu, Savoy Truffle, Tyla DeVille y Lorbada (y familiares varios) fue un plus.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bufff, no pude ver a lagartija Nick tocando Hipnosis en Madrid porque esa noche pinchaba, pero adoro a los Lagartija Nick, de Doctor Divago los vi una vez en vivo,y no les pillé el punto (no conocía nada de ellos).
ResponderEliminarLo de anoche para el recuerdo, mucho rock 'n' blogerío patrio en los Dogs.
Brazzzzos.
A principios de los 90 pude ver u concierto de Lagartija Nick en directo en Granada; tocó junto a otras bandas locales, cuando salio Lagartija Nick el local se vino a bajo; verlos en Granada era verlos en su hábitat natural, con su gente; recuerdo que tuvo que venir la policía local a poner calma por lo que se armó allí. Saludos
ResponderEliminarde ese calzo tomo yo dos tazas tranquilamente, al doctor lo conozco gracias a ti, y siempre es un gusto escuchar sus divagaciones, y bueno, lagartija nick son la hostia, por decirlo así, finamente.
ResponderEliminarEnvidia sana produce tu relato del concierto. Que buena conjunción Lagartija Nick/Doctor Divago. Dos grupazos con solera. Y un 23 de febrero para colmo.
ResponderEliminarSaludosssssssssssssss
Uff vaya Dupla!! Ese pedazo de losa que era HIPNOSIS, cuantos bailes arrastrando la guitarra me he llegado a pegar en mi tierna y enamoradiza juventud con aquel "no lo puedes ver" nano.
ResponderEliminarTú sí que sabes, master. No te pierdes ni una de las grandes citas. Y de paso, nosotros salimos ganando al poder leer tus detalladas a la par que personales crónicas.
ResponderEliminarUn abrazo!
Se agradecen los comentarios, amigos. Que sirvan de apoyo al buen rock patrio de estos grupos. Abrazos múltiples.
ResponderEliminarLa primera vez que escuche el álbum Inercia, allá por los primeros 90, literalmente me dejo impactado. Me dije "por fin un grupo suena en la lengua de Cervantes, como si lo hiciera en la de Shakespeare". Tenía un amiguete que decía "Es que dicen muchos nombres de marcas y aforísmos sajones, es por eso". que cachondo jejeje...
ResponderEliminarY que decir de los Divago, que no se haya mencionado ya en estas paginas...
Un gran evento, sin lugar a dudas, y ejemplarmente comentado great Johnny.
Un abrazote.
Es verdad, Ficus, a mí me pasó similar con Lagartija Nick, sonaba tan de allí con nuestra lengua que me dejó impactado. Gracias, disculpa la tardanza y recíproco abrazote.
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