...suenan a gamberros con un extraordinario derroche de frescura, vitalidad y actitud punk tabernera...
Que se cruzara la divina providencia en mi camino fue cuestión de fe. De fe y, por qué no también, de tesón. Tanto que la había buscado y apareció cuando menos la esperaba, dispuesta a socorrerme.
Y vi la luz cuando momentos antes solo veía la iluminación que producían los dos faros del vehículo que nos alumbraban por la autopista en aquella madrugada. Fue el instante en que otra vez más el Capitán Galletero, también conocido como El Infractor, se erigía como una especie de mesías que me enseñaba la senda adecuada. Previamente le dije: “yeh nano, déjate ya de tanta baladita folk que me estoy sobando”. Y él me contestó: “Hermano ¿quieres rock? Pues vas a tener algo que no olvidarás”. De ello ya han pasado un buen puñado de meses y “Divine providence” de los DEER TICK se ha consolidado como el disco que más adicción me ha generado en los últimos años. Sí, tal cual, así de rarito es uno, ya no puedo vivir sin esta “divina providencia”.
Aunque claro, si me paro a pensar detenidamente no es tan extraño ese enganche ya que este trabajo contiene todos los ingredientes para provocarme una sobredosis auditiva de la que podrían dar fe algunos íntimos. Qué pesado soy cuando me gusta algo mucho.
Publicado a finales del 2011 por una compañía independiente americana de poca monta, es reeditado por otra británica indie (aunque su propuesta se encuentra lejana de lo que habitualmente se conoce en los últimos tiempos con ese término) en este 2012.
Sus tres primeros cortes son un auténtico desmadre o “despelote a la americana” aunque el disco en líneas generales está perfectamente encadenado y guarda bastante homogeneidad. Es de destacar que la producción aparenta brillar por su ausencia. Incluso la portada que recuerda más a la de algún film tipo "El gran Lebowsky" no parece que tenga mucho que ver con la fulgurante exhibición inicial y mucho menos con la parte final más acústica.
Vamos pues con el contenido. El primer chispazo (“The bump”) es una demoníaca y peligrosa composición borrachuza repleta de pasión que a buen seguro resultaría placentera para Tyla y sus Perros del Amor. Además transmite un gran efecto de relajación y bienestar emocional cuando los silbidos hacen acto de presencia.
Después, el espíritu de Juanito el Atronador comienza a hacer estragos y la palabra amor se convierte en un divertido protagonista (“Funny word”). A follar que el món s’acaba!!!
La situación adquiere tintes de putiferio, la diversión continúa y todo Dios se dirige a la barra del bar ("Let's all go to the bar"). Entonces es cuando se fuma, se bebe, se mea y si es preciso se vomita. No importa lo que diga papá, todo es juerga, jamás estuvieron tan cerca los Ramones de los Sex Pistols y su ‘timo del rock ‘n’ roll’.
No sé si debido a la resaca de tanta bulla y jarana pero de repente sorprende gratamente “Clownin around”, elegante y tortuosa composición que liga perfectamente con el sonido derivado de las raíces americanas del folk, del blues y del country.
Y llegamos al momento clave en el que cada vez que la escucho se me dibuja una amplia sonrisa en el rostro y los ojos acaban haciéndome chiribitas. Es “Main street” donde queda patente el alma de los hermanos Reid con su inolvidable cadena de Jesus y María. Temazo de fuegos artificiales muy recomendable para las noches de insomnio.
De nuevo otro gesto de distinción marca de la casa cuando suena “Chevy express”, conmovedora balada con cierto sabor a tugurio de alcohol y drogas.
Damos un nuevo giro y dudo si “Something to brag about” encajaría mejor de referencia con los Ramones o con Chuck Berry. Es arrogante, es rocanrolera, contiene lo que se tiene que contener, ideal para emborracharse y para practicar sexo hasta reventar.
Es el turno del ramalazo powerpopero del disco (“Walkin’ out the door”). Integridad y actitud que se desborda hasta límites insospechados. Se dice pronto pero esto a mí me parece el “Shake some action” del siglo XXI, para quitarse la ropa y dejar toda el lastre detrás.
Llegamos a “Make believe” y parece que el aliento sudoroso del espectro de Stiv Bators con sus Señores de la Nueva Iglesia se haya apoderado de John McCauley. Hay tanto amor, hay tanto cariño.
Las apariencias engañan, nada está tan lejos de la realidad como se pueda creer. “Now it’s your turn” es una balada de corte rollingstoniano, una especie de “Wild horses”. Es reflexiva, es intensa, es apasionada, es preciosa.
Y otra balada profunda, “Electric”, para no dejar de jadear. Que no decaiga, ahí va “Miss K”, otra maravilla que recuerda el alternativo nuevo rock americano de los ochenta y principios de los noventa, para jóvenes valientes que se abrazan, que se emborrachan y que se comen a besos.
Cuando todo parece haber finalizado llega la excentricidad al cabo de unos treinta y tres minutos. Quedaba “Mr.Cigarrete”, como un buen cigarrillo de colofón final, con toda la nicotina, con todo el alquitrán, pedazo de versión con la que sorprenden de Paul Westerberg, el que fuera líder de los Replacements.
Resumiendo, se trata de uno de los discos más desinhibidos que he escuchado en mucho tiempo, suenan a gamberros con un extraordinario derroche de frescura, vitalidad y actitud punk tabernera. A pesar de su tremenda inmediatez (este disco es de los que entran a la primera), mantiene las mejores sensaciones en posteriores audiciones. Rememora con elegancia el viejo lema de sexo, alcohol, drogas y rock&roll y es capaz de cortejar a los Ramones o a los Sex Pistols pero también a clásicos de la talla de Chuck Berry, Jerry Lee Lewis o los Rolling Stones, así como a bandas fundamentales pero menos reconocidas como los Stooges, los Heartbreakers de Johnny Thunders, los Dogs d’Amour, los Flamin Groovies, los Lords of The New Church, los Pogues, los Jesus and Mary Chain, los Replacements, e incluso dentro un exquisito country alternativo a los Long Ryders o a Uncle Tupelo. ¿Qué más se puede pedir con todas esas referencias?
Dicen que la crítica especializada no ha puesto este disco en su sitio merecido. Otro truñito más en su palmarés. Menos mal que a algunos nos queda el especializado explorador, el Maestro Galletero, eternamente agradecido por este descubrimiento, y si alguien encuentra algún garito donde suene “Let's all go to the bar”, por favor, que avise de su ubicación.
Un discarro, atento también a la aventura de McCuley llamada "MIddle Brother". Otro discarro que sirve cojonudamente de postre al "Divine Providence". Saludos!
ResponderEliminarDiscarro total, Nikochan. Ya me he puesto en la aventura de Middle brother, de lujo, aunque de McCuley me temo que a mi gusto el “Divine providence” se convierta en insuperable. Saludos.
Eliminaryeh nano, parece que están en la cordá en ese "main street"! :P qué buenas piezas sonoras, y qué bien descritas, si las segundas sensaciones son todavía mejores ya estoy tardando en procurarme el disco. gracias maestro galletero!
ResponderEliminarEse "Main street", gran masterSones Raúl, es de Caballer. El maestro galletero tiene la cualidad de que sabe lo que puedo flipar en los momentos más insospechados, y así lo hizo en su momento al descubrirme este de los Deer Tick.
EliminarUn discarraco en toda regla si señor ... me descubres influencias por todos lados. Buenas influencias, todo hay que decirlo. Un abrazo
ResponderEliminarDiscarraco absoluto, Eric, ya te conté en su día cuánto lo amaba. Creo que es el disco que me habría encantado grabar por su perfecta fusión de unas influencias variopintas que tanto me seducen. Abrazo.
EliminarEs la primera vez que vengo, me pareció un blog con buen material. Me quedo, con tu permiso, claro.
ResponderEliminarUn abrazo.
HD
Bienvenido y gracias, Humberto. Permiso concedido, faltaría más, pasa cuando quieras. Saludos.
EliminarLo apunto, pero ahora estoy atrapado por Cotton Mather y no se cuando me voy a liberar aunque sea un poco.
ResponderEliminarUn abrazo.
Apúntalo y acuérdate, querido Addison, que lo disfrutarás, a mi gusto de lo mejorcito que ha salido en los últimos tiempos. Aunque te entiendo, cuando te agarra Cotton Mather, es difícil escuchar otra cosa. Abrazo.
EliminarJoder, parece la ultima cancion un hijo bastardo de los Replacements y los Clash. Cojonudo tio!!
ResponderEliminarMuchas gracias.
Ese tema me recuerda más, tocayo Lorbada al disco de "The great rock 'n' roll swindle" de los Pistols aunque la sombra de los Replacements y del mejor punk-rock planea sobre este cojonudo trabajo. Gracia a tí, por estar ahí y comentar.
EliminarTodo esto es muy re-bueno y la pasión que le has puesto, que no es para menos; imagino que será difícil de hacerse con este álbum pero voy a ver si lo encuentro, tendré fe.
ResponderEliminarAbrazo.
Si no lo encuentras Sergio, me lo dices. Con estas cosas nunca se puede perder la fe. Abrazo.
EliminarBuscado y de momento no encontrado. En sus manos lo dejo.
Eliminar;)
De mis manos a tu correo electrónico, échale un vistazo, Sergio.
EliminarQué bestial. Que conste que me lo he leído todo, te sales, tío, te sales. Por tí, por el Capitan Galletero, por ese pirotécnico Main Street y por la del bar que es verdad parece salida del rockandroll swindle, corro a buscar este material aunque sea debajo de las piedras.
ResponderEliminarPues brindemos por todo, Jordi, como le comento arriba a Raúl, el "Main street" es de la Pirotecnia Caballer como mínimo, pero el resto de material es exquisito.
EliminarPor qué será que tengo en mi cabeza (y en mi spoti a modo repeat) The bump???? Vale, sí, la había escuchado creo que en la radio y me había gustado, pero es de esas cosas que se te olvida anotar, hay tanta música que descubro día a día que soy incapaz de anotar todo aquello que me llama la atención, así que gracias por resaltármelo y recordármelo porque es que encima el disco es una pasada, me está encantando. Ecos guitarreros del pasado, que no pasan nunca de moda y encima son renovados con gusto. Así se hace.
ResponderEliminarBesets y que tengas muy buen fin de semana!!!!
PD: me apetece hacerte una pequeña recomendación, no escuché el disco, pero esta canción tiene un aire añejo a medio camino entre 70's y 80's con mucho encanto, me evoca aunque de muy lejos a los Teenage fanclub más tranquilitos y es muy muy refrescante; me ha hecho pensar que te gustaría, no sé :-)
http://www.youtube.com/watch?v=as3rxAfxLFM
"The Bump" fue el primer temazo que me dejó estupefacto de los Deer Tick, querida Atticus. Dices bien, en este disco de Deer Tick confluyen distintas vías del pasado pero muy renovadas y muy a la suya. Acabo de escuchar Up on the North Shore, es verdad, tiene ecos de los Teenage aunque más poperos, refrescantes sin lugar a dudas. Besets de comienzo de semana.
EliminarPues si, me han gustado estos tipejos, la verdad es que son variados y su cóctel tiene ingredientes sabrosos... Brother me lo vas a tener que pasar por la senda secreta de los brazzzos.
ResponderEliminarMás brazzzzos.
Brother Savoy, ya surca cual si fuera un velero bergantín por la senda secreta de los brazzzzzos ocultos. Te van a atrapar, que te conozco. Recibe + brazzzzzos.
EliminarOstres! Et vaig deixar un missatge i veig que no apareix... En fi, et comentava que aquesta gent m'ha molat mogolló. Intentaré fer-me amb aquest disc. Gràcies per aquest i tants altres grans descobriments que m'has fet.
ResponderEliminarAbraçada!!
Estava segur, estimat Juanvi, que et agradaria. Fes una ullada al correu, tens una sorpresa a la via que parlarem en el seu moment, autorizala. Gràcies pel teu comentari. Abraçada.
EliminarJonh McCauley es un tipo genial dotado de una voz especial , intento seguir sus movimientos porque me gusta todo lo que hace ; sin embargo , no puedo quitarme la sensación de que ha dispersado demasiado su talento en proyectos paralelos y que eso ha hecho que se resienta en algo aquella inmediatez de la que hacía gala Born On The Flag Day ; estuve severamente enganchado a aquel disco y quizá no presté la atencion debida a este Divine Providence que con tanto entusiasmo comentas , creo que mis expectativas en el y en Black Dirt Sessions fueron demasiado altas ; has despertado un renovado interés en en volver a escuchar Divine Providence , con mirada distinta a la ultima vez...
ResponderEliminarGracias por compartir ! Un Fuerte Abrazo y que pases un buen verano !
La verdad, querido Jesus, que no he seguido mucho los proyectos paralelos de McCauley. Lo que sí que creo es que este disco me parece el mejor de los Deer Tick a mi gusto, con un acabado que aparenta más urgencia, actitud, espontaneidad y alegría a la antigua usanza clásica pero al mismo tiempo muy actual. Gracias a tí siempre por tus suculentos comentarios. Un fuerte abrazo.
EliminarEse Main street es cremita pura. Queremos galletas y dulces de esta onda en abundancia.
ResponderEliminar"Main street" es el súmmum. Que corran las galletas, Rosquillas y los dulces del Captain Quint Cookie, el buen rollo estará garantizado.
EliminarHabía escuhado Let's go to the bar en el programa de pacopepe gil y no le presté demasiada atención porque pensé que esta banda hacía algo similar a Supersuckers y ese tipo de historias. Pero viendo la reseña me doy cuenta de que a veces las apariencias engañan y que, como dicen los venezolanos, "un solo arbol no hace montaña".
ResponderEliminarHabrá que darle una escuchada a este álbum como merece.
Como siempre Johnny genuina reseña.
Un abrazote.
A mí, Ficus, es un disco que me ha cautivado profundamente. Eso no lo digo habitualmente con tanta devoción de productos actuales. Gracias por el elogio y recíproco abrazote.
Eliminar¡Me encantan! Vaya himno borrachuzo la última canción. Este disco va a caer fijo. Muchas gracias, Johnny.
ResponderEliminarTotalmente Lu, el tema del último video es para ponerse a brindar en la barra con caracter de urgencia. Estoy seguro de que te atrapará. Gracias a tí, querida. Besos.
Eliminar¿Qué más se puede decir con semejante entrada? Yo lo descubrí gracias a ti y no puedo sino corroborar tu texto. Gracias por el disco, gracias por la entrada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues si tú lo corroboras, grandmaster Gonzalo, creo que habré acertado. Gracias a tí por tu comentario. Abrazo.
EliminarNo los conocía. Me ha gustado ese The Bumb, rock casi roll, casi a secas, casi...etc...con mucha soltura. Y Main Street tiene mucha fuerza, no se complican la vida, van al grano según les recomienda su dermatólogo. Tienen algo estos tipos, verdad?
ResponderEliminarUn gran artículo de nuevo y un descubrimiento. Gracias.
Saludosssssssssssssssssssssssss
Para mí Bab, tienen esa actitud directa, como dices, al grano, sin concesiones, aunque en los cortes más acústicos demuestran una elegancia encomiable. Gracias a tí, amigo, por el comentario. Abrazossssssss.
EliminarGracias Muñekita Cat, te respondo desde aquí. Mira oye, si quieres me enlazas, ya me lo dijiste una vez de forma textual, aunque ahora has firmado como Emilia y la otra vez como Catherine. Miauuuu.
ResponderEliminar