BARRICADA - (2009) La tierra está sorda

Resulta ciertamente asombrosa. La paz interior, digo, con la que narran, con el paso del tiempo, todos los que padecieron, en la más sórdida de las Españas, el dolor más indescriptible, con el que la sinrazón que caracteriza la intolerancia, y el inaceptable y salvaje abuso de poder y la represión más mezquina y despreciable, se extendió por todos los rincones del país.

Escuchar sus narraciones resulta aterrador. Historias inimaginables fuera del contexto del odio y el rencor. Imposibles de digerir, de creer, si no fuera por el dolor y la resignación que esconden sus miradas, al recordar el sufrimiento, al volver a preguntarse por qué ellos, en el intento de volver a echar la vista atrás, hacia todo lo vivido.

Ellos siguen haciendo frente a la injusticia, como lo hicieron en aquellos lúgubres días de aceite de ricino, hacinamiento y alpargatas. De cartas extraviadas, fugas de penales y sangre en las cunetas. De cruces y espadas. Y siguen, sin rencor, como se caracterizan las personas que viven en la paz más absoluta, con las conciencias tranquilas, manteniendo viva la llama de la historia, la historia escrita con sangre y grafito, de su puño y lágrima, para evitar que se extinga unas pocas décadas después, justo hoy, que nuestra querida España sigue resquebrajándose más y más entre fosas que apestan a depresión económica, entre pantanos que impiden el desarrollo social de la mano de políticos ineptos y corruptos, en cunetas donde los carroñeros de la banca te fusilan sin piedad, con un tiro en la nuca, y los jueces se lavan las manos amparados por absurdos marcos legislativos, y donde mandamases de la jerarquía clerical siguen empeñados en vivir en su más que reprobable caverna, recordando con nostalgia tiempos de crueles muertes en las tapias de los cementerios.

Ellos siguen poniéndole voz a los muertos, y debemos tomar ejemplo todos, porque la Transición sólo puede considerarse como título para un momento político. Y una buena transición debe insitir para que lo que quede atrás quede solventado. Y el seguir delegando buena parte de la educación de este puñetero país en los que dieron la mano al mando militar, para justificarlos, respaldarlos y bendecirlos, no hizo sino hacer diluir la historia en páginas de libros de texto que siempre olieron a nuevo, haciéndolo extensivo a la calle. A las familias. Favoreciendo el desconocimiento y la ignorancia de las nuevas generaciones que han tenido que esperar quien más quien menos a los treinta y tantos para empezar a conocer la barbarie ocurrida en sus mismos pueblos.

Por más que lo intenten. Por más que hagan lo posible para intentar borrar la huella del recuerdo, para poder convivir, el resto de sus días, en el regazo del olvido, con sus almas putrefactas, como las ratas que son. Como las fieras que fueron. Por más que sigan en sus trece recordando con nostalgia los días de terror. Duele tanto que haya quien sostenga que no merece a pena echar la vista atrás. Duele tanto, que mantengan que lo mejor es dejar que la tierra yerma obstruya el crecer de las semillas de orgullo y satisfacción, enterradas por la indignidad, el bochorno, la atrocidad, la barbarie y el asesinato ruín.

Hiere que hayan tirado la piedra y ahora escondan la mano. Hiere que el daño, que la maldad que destilaron, que lo que vivieron como despreciables humanos, se diluya en el tiempo sin que hayan recibido lo suyo. Duele que mueran viejos, cuando ni tan siquiera merecieron vivir jóvenes.

Sólo mirando atrás podremos ponerle nombre a lo que fuimos. Y sólo en nuestras manos está, que, sintiendo piedad por las almas de los muertos, levantemos con energía su voz, dando vida también a lo que seremos. Exigiendo una disculpa. Respetando su memoria. Porque no hay nada como omitir y callar, para poner la historia en entredicho y en el olvido. Y no hay nada como olvidar para poder volver a errar.

Y, de verdad, me da por pensar en mi familia. En mis amigos. Y en mi mismo. Y no me da la gana de que la tierra se quede sorda.

Autor texto: Ventiladorcular

1. Desfilan 2. Sotanas 3. Hasta siempre, Tensi 4. Por la libertad 5. Los maestros 6. Matilde Landa 7. Infierno de piedra 8. La estancia 9. 22 de mayo 10. Es una carta 11. Pétalos 12. Suela de alpargata 13. Casas viejas 14. Llegan los cuervos 15. Cierra los ojos 16. Las siete de la tarde 17. Agua estancada 18. Una lágrima en el suelo