1. Puedo empezar
2. Mi esqueleto
3. El lado más bestia de la vida
4. Pobre muchacha
5. Añoro
6. Devoro
7. Mujer mala
8. Sufre como yo
9. No quise hacerle daño
10. Maldita ciudad
11. Como una nube
12. No
2. Mi esqueleto
3. El lado más bestia de la vida
4. Pobre muchacha
5. Añoro
6. Devoro
7. Mujer mala
8. Sufre como yo
9. No quise hacerle daño
10. Maldita ciudad
11. Como una nube
12. No
Josep María Fonollosa fue un controvertido poeta catalán que en la posguerra publicó tres obras y que falleció en 1991, un año después de que comenzara a relanzarse su obra después de permanecer marginada durante 25 años de franquismo y 15 de democracia. Su poesía, a pesar de estar influenciada por la Generación del 27 de Lorca, Alberti, etc., no es apta para todos los públicos (y mucho menos para los sectores conservadores) por su carácter maldito, escéptico y agnóstico (muy recomendable leer el extraordinario último poema “No a la transmigración en otra especie” que se encontró tras su muerte en la mesa de su escritorio).
Tras ese inciso, y un año después de que Joan Manuel Serrat incluyera “Por dignidad” (adaptación de un poema de Fonollosa) para el álbum “Nadie es perfecto” de 1994, aparecía la más clara reivindicación rescatadora de este escritor con la publicación de “SUPONE FONOLLOSA” de ALBERT PLA.
Este cuarto disco del controvertido cantautor catalán se publicó después de su exitosa primera aventura en castellano titulada “No solo de rumba vive el hombre”, y surgió en plena polémica derivada de la censura de “Veintegenarios” por posible apología del terrorismo en la canción “La dejo o no la dejo”, y que a la postre se convertiría en su quinto álbum. De esta forma, los textos de Fonollosa lograron una nueva visión y un conocimiento para mayor cantidad de público desde esa perspectiva singular e inclasificable que resulta el universo a veces infantil, a veces perverso del iconoclasta Albert Plà.
Diez de los cortes incluidos en “Supone Fonollosa” son adaptaciones de poemas del mencionado escritor. Las otras dos salvedades son la composición propia “Añoro”, que se aclimata perfectamente a la homogeneidad del álbum, así como esa excitante versión rumbera en el idioma de Cervantes del “Walk on the wild side” de Lou Reed. En resumen, una obra transgresora para caminar a contracorriente por el lado más salvajemente lírico de la vida. Imprescindible.
Tras ese inciso, y un año después de que Joan Manuel Serrat incluyera “Por dignidad” (adaptación de un poema de Fonollosa) para el álbum “Nadie es perfecto” de 1994, aparecía la más clara reivindicación rescatadora de este escritor con la publicación de “SUPONE FONOLLOSA” de ALBERT PLA.
Este cuarto disco del controvertido cantautor catalán se publicó después de su exitosa primera aventura en castellano titulada “No solo de rumba vive el hombre”, y surgió en plena polémica derivada de la censura de “Veintegenarios” por posible apología del terrorismo en la canción “La dejo o no la dejo”, y que a la postre se convertiría en su quinto álbum. De esta forma, los textos de Fonollosa lograron una nueva visión y un conocimiento para mayor cantidad de público desde esa perspectiva singular e inclasificable que resulta el universo a veces infantil, a veces perverso del iconoclasta Albert Plà.
Diez de los cortes incluidos en “Supone Fonollosa” son adaptaciones de poemas del mencionado escritor. Las otras dos salvedades son la composición propia “Añoro”, que se aclimata perfectamente a la homogeneidad del álbum, así como esa excitante versión rumbera en el idioma de Cervantes del “Walk on the wild side” de Lou Reed. En resumen, una obra transgresora para caminar a contracorriente por el lado más salvajemente lírico de la vida. Imprescindible.
Albert Plá en su línea, como siempre. Sigue su propio camino, no el que le marcan los demás...... para lo bueno y lo malo.
ResponderEliminarRingo dixit.
Esa version de Lou Reed es unica,increiblemente buena al igual que el resto del disco,muy bueno,si señor Wood.Very Good.
ResponderEliminarsaludos
Un personaje de lo mas peculiar. Digamos que hace lo que le sale de las pelotas... Sin manchar claro.
ResponderEliminarUps perdon, que puede haber algun menor. jejeje
Muchas, muchas, muchas
ResponderEliminarGRACIAS
Besazo
Un individuo como los que me gustan: Original y que le importa un pimiento lo que digan o no digan. Que dice lo que piensa y como. Aun cuando no este de acuerdo con todo lo que dice, le reconozco su capacidad.
ResponderEliminarComo me mola la gente así!
Un abrazo,
El Mar.
Sin duda un tipo curioso.La versión de Lou Reed está muy bien.Siempre me he preguntado si él es así de sui géneris o juega un poco al papel de chico drole.
ResponderEliminarCreo que este es el único trabajo de Albert Pla que he escuchado entero y aunque me gustó no me enganchó lo suficiente para seguir su carrera posterior. Aun así, un tipo sin duda original...¡Salud!
ResponderEliminaryo lo conocí por "el bar de la esquina". me compré el disco de inmediato. desde el "pedro navaja" de rubén blades no se cantaba una historia tan absolutamente genial. imprescindible, tú lo has dicho.
ResponderEliminarCierto que es un tio que dice y hace lo que le sale de ahi mismo,sin importarle lo que piensen pero no se yo si hay algo de "pose" en todo ello.
ResponderEliminarSea como sea es una gran versión, sin ser yo amante de las mismas.
Será que hoy lo veo todo en blanco y negro.
besos wood
nunca escuche este disco.a mi me gusta que este cantante es una persona muy peculiar
ResponderEliminarCon este tipo nunca he podido, qué le vamos a hacer. Sobreviviré sin escucharlo.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo!
Estoy contigo Evander, pienso igual.
ResponderEliminarBesos a mis chicas:
INDIA,
LIVY,
VINTI
besos
Albert es uno de nuestros tesoros nacionales, ojalá sepamos cuidarlo.
ResponderEliminarAlbert Pla (o Albert Pla i Alvarez) es básico. Con "Supone Fonollosa", creo un disco músico-lieterario que vino justo después del controvertido "Veintegenarios".
ResponderEliminarDicen que la culpa fue de un libro, "Ciudad del hombre: Nueva York, y ciudad del hombre: Barcelona" de Fonollosa que encontró Ricardo Solfa, el cual le pasó a Javier Krahe, y éste a Albert Pla.
Salu2.
Nadie puede negar que este tío fue el más genuíno de la escena española en los 90. Un tío cuanto menos excepcional.
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