Dirección: David Lynch
Guión: Barry Gifford, David Lynch
País: E.E.U.U.
Año: 1990
Género: Drama
Reparto: Nicolas Cage, Laura Dern, Willem Dafoe
Es uno de los films que más ha generado debate entre los detractores y puristas de Lynch y los admiradores de esta película. Yo pertenezco al segundo grupo, sin ningún tipo de resquemor. No se trata de la obra maestra de Lynch, pero prefiero un Lynch sencillo y surrealista a un Lynch surrealista y complejo.
Basada en la novela de Barry Gifford, tiene un comienzo escalofriante, en el que el personaje encarnado por un genial Nicolas Cage inicia durante un permiso penitenciario una huida a California acompañado de su novia, ante la oposición y amenaza de la madre de ésta, quien incluso recurre a un matón para capturarlos. A partir de aquí comienza una especie de Road Movie (película de carretera) donde se suceden constantes acontecimientos en forma de escenas de violencia, románticas, eróticas, de intriga, surrealistas e incluso de humor macabro.
Una vez más con Lynch, en una familia aparentemente normal hay un pasado turbio de mentiras, violación y asesinato. La metafórica imagen de las cerillas encendiéndose refleja la hoguera personal en que se encuentran inmersos los personajes.
Aunque a muchos le pueda parecer hortera y ridículo, consiguió emocionarme ese final en que Nicolas Cage, enfundado con su chaqueta de piel de serpiente, símbolo de su individualidad y de su libertad personal, le canta a su novia la mítica "Love me tender" de Elvis Presley.
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