Con Adam Levy + Brass Buttons y Salto (crónica concierto El Intruso de Madrid, 2-2-2019)


...un espacio de privilegio en el apartado de leyendas y que nunca parecen conseguir el reconocimiento que su abrumadora calidad merece... 
Por Skar PD

A veces las estrellas se alinean para producir instantes que. en condiciones normales, resultarían casi imposibles. Los gaditanos The Brass Buttons, una modesta, pero autentica banda, del Puerto de Santa María, quedaron prendados de un disco llamado "10.000 Years" de la banda de Minnesota The Honeydogs y a partir de un corte de dicho disco llamado "Last War Lullaby", confeccionado a modo de suite y formado por la unión de pequeñas canciones, decidieron desarrollar cada parte y acometieron la creación de un mini álbum de 6 canciones. 

Se pusieron en contacto con el líder de The Honeydogs, Adam Levy, para contarle el proyecto y, ante su sorpresa Adam se mostró interesadísimo, tanto que decidió venir a España, por primera vez, para conocerlos y participar en la grabación y realizar una pequeña gira de 3 conciertos, con ellos como banda acompañante. Adam Levy y The Honeydogs son una de esas joyas, incomprensiblemente semidesconocidas que, aunque no muy abundantes, ocupan un espacio de privilegio en el apartado de leyendas y que nunca parecen conseguir el reconocimiento que su abrumadora calidad merece. Inexplicablemente, dicho sea de paso. 

Muchos, o quizás no tantos, tenemos la absoluta convicción de que Adam Levy es uno de los grandes compositores estadounidenses de esta era. Quizá su interés por la música, la historia, la cultura y su compromiso social hacen que su ámbito de influencia sea excesivamente localista, lo que explicaría que su abundante discografía con The Honeydogs, en solitario, o en incursión en músicas menos convencionales como el funk, el jazz con tipos como Hookers $ Blow o Rose Room o la música de cámara-pop con su otra banda The Proffesors no sea excesivamente conocida y mucho menos distribuida más allá de los USA. Y no será porque no tiene discos que deberían haber tenido muchísima más repercusión. Ahí está su último disco con The Honeydogs, el extraordinario "Love & Canibalism" o el desgarrador disco en solitario "Naubinway" compuesto para reflejar los sentimientos provocados por el suicidio de su hijo Daniel. 

El Intruso, lugar de su presentación en Madrid, no se llenó, aunque la entrada fue más que aceptable. The Brass Buttons y la banda madrileña Salto, en formato trio, oficiaron de dignos y competentes teloneros antes de la aparición en escena de Adam Levy y la constatación más que evidente que estábamos ante un tipo absolutamente carismático. De un nivel al que no estamos acostumbrados por estos lares. 

Hizo una introducción de 3 canciones, en acústico, del intimista y abrumadoramente doloroso "Naubinway". Sonaron "Potter's Field", el tema que da título al álbum y "Pitch Black Path" y la comunión con el publicó se mostró más que evidente desde la primera nota. Curiosamente y a pesar de lo que pudiera parecer, dada la temática del álbum, aquello no irradiaba tristeza sino más bien una esperanzadora autoayuda. 

Brass Buttons se subieron al escenario para oficiar de banda acompañante, y a pesar, según sus palabras, del escaso mediodía de ensayos previos el concierto progresó a un estado de claro optimismo y la constatación de que estábamos ante un tipo capaz de trasmitir su genialidad sin aparente esfuerzo. 

Así se arrancaron con "10.000 Years" la canción que da título al álbum y que es el origen de esta aventura y como no podía ser de otra manera hubo la pertinente revisión del "Love & Canibalism" representado por unas solventes versiones de "Devices" y "Vermillion Billows".

Que "Naubinway", por motivos obvios, se ha convertido en un disco que le ha marcado profundamente da idea que abordaron otras dos canciones, "Clemens In Plain" y "Atoms Never Die" de una profundidad emotiva, ambas, que reflejan la trascendencia emotiva que estaba en el origen de dicho disco, calificado en su día como uno de los mejores de la década por la revista de referencia obligada que es Pop Matters. A estas alturas del concierto la simbiosis artista-público empezaba a rozar unos niveles de excitación y amor incondicional pocas veces visto. 

Cerró el concierto, esta vez sin violines ni violas, con canciones de otro de sus discos de cabecera, "Our Postmortem", esta vez de su banda alternativa, The Profesors. Y si no había instrumentos de cuerda ahí estaba el entusiasmo colectivo para que "We Are", la homónima "Our Postmortem" y la exquisita "Two Weeks", a dúo con la cantante de Brass Buttons, a modo de agradecimiento a los gaditanos y al entregadísimo público (el que suscribe incluido) que hubiéramos deseado que este derroche de clase y de emociones no acabara nunca. 

Pero acabó. ¿Acabo? Oficialmente si, y se marcharon del escenario y la música empezó a sonar pero...el griterío empezó a alcanzar una intensidad que superaba con creces el sonido de los altavoces y fue a más y a más hasta que, por fin, el dj de El Intruso "claudicó" y Adam volvió a salir, de nuevo solo y con acústica, para regalarnos un par de canciones más y desaparecer raudo y veloz no sea que acabáramos secuestrándole al darnos cuenta de que el irrepetible, emocionante y memorable concierto que nos acaba de regalar había llegado, esta vez sí, a su final. 

No sé si habrá otra oportunidad de volver a verle, a el solo, con The Professors o con los sensacionales The Honeydogs. Como quiera que sea, los allí presentes guardaremos este preciado recuerdo en un lugar preferente de nuestros corazones.

Comentarios

  1. Me pondré con este Adam Levy, no conozco su música, la verdad.
    Abrazos.

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  2. Absolutamente recomendable Addison. Puede que yo sea muy fan, que lo soy, pero su discografía, especialmente con The Hpneydogs, es de un nivel altisimo. Abrazos

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