THE JAYHAWKS - Back roads and abandoned motels (2018)

Título: Back roads and abandoned motels

Intérprete: The Jayhawks

Año: 2018

Formato: Álbum

Sello: Legacy Recordings

Canciones: 1. Come Cryin' To Me 2. Everybody Knows 3. Gonna Be a Darkness 4. Bitter End 5. Backwards Women 6. Long Time Ago 7. Need You Tonight 8. El Dorado 9. Bird Never Flies 10. Carry You To Safety 11. Leaving Detroit

...todo parece que vuelve a su cauce, con menos excesos y menos defectos a nivel crítico, con amplitud de coincidencias sobre su refinada producción o sobre su excelente catálogo de canciones...

Por Juanjo 'Johnny JJ'

No me extraña en absoluto que los Jayhawks, tan queridos entre ciertos sectores de la música de calidad, generen tanta expectación con cada nueva publicación. Solamente hay que ver los amplios debates que se crean en torno a ellos dentro de las redes sociales. En las ediciones de los últimos 7 años, por ejemplo, he observado como espectador en riguroso silencio una frecuente (y por qué no, también lógica) comparación con sus magnas obras noventeras, las sagradas POMS “Hollywood Town Hall”, “Tomorrow the green grass” y “Sound of lies”, a las que yo añadiría sin titubear también como maestras “Smile” y “Rainy day music”, ya pertenecientes ambas al S.XXI.

Entre mis percepciones y contemplaciones (quizás equivocadas) sobre la posterior trayectoria de la legendaria banda de country alternativo considero que ha habido un injusto menosprecio bastante generalizado de ese exquisito (y aislado) retorno de Mark Olson en el 2011 que llevó por título “Mockingbird time” y, curiosamente, un intento de relanzarles con abundantes lisonjas y elogios en el “Paging Mr. Proust” del 2016, en mi humilde gusto y juicio un disco con alguna buena canción pero un álbum fallido, el más irregular de una trayectoria casi impoluta.

Con “Back roads and abandoned Motels” todo parece que vuelve a su cauce, con menos excesos y menos defectos a nivel crítico, con amplitud de coincidencias sobre su refinada producción o sobre su excelente catálogo de canciones, la mayoría de las cuales fueron compuestas entre el 2006 y 2013 para otros artistas (Dixie Chicks, Jakob Dylan, Carrie Rodriguez…) y no dirigidas por tanto en origen para este disco, cosa que en cierto modo le da cierto aire de compilación sin serlo. Además, viendo el resultado final no parece tratarse de una obra menor en la discografía de The Jayhawks.

Así pues, a nivel general, en el plano vocal es evidente que el master Louris se sale. Tal y como leí al Tete Joserra en el Exile con su apasionada reseña, está casi a la altura de su mejor intervención en el susodicho “Sound of lies”, teniendo en cuenta que el comienzo es con Karen Grotberg al mando de una preciosidad como “Come cryin to me” y que me recuerda mucho a alguna joyita de Stevie Nicks con Fleetwood Mac, o posteriormente las arrebatadoras “Gonna be a Darkness” y “Long time ago” con Tim O’Reagan en la voz principal.

Ahora bien, diría que el trío de canciones que mejor representan la particular idiosincrasia de los Jayhawks son la liberadora “Backwards women”, la emocional “Everybody knows” y muy especialmente una barbaridad melódica como “Bitter end”, estas dos últimas me gustan más incluso que en boca de las Dixies. Además creo que difícilmente podría concebirse ese tipo de composiciones por otro que no fuese el egregio Gary Louris.

El resto del disco es, digamos, más convencional. No por ello exentas de calidad “El Dorado”, las baladas “Need you tonight”, “Bird never flies” o el melancólico colofón de “Leaving Detroit”. Eso sí, “Carry you to safety”, la composición más reciente cronológicamente, me chirria bastante respecto al resto.

Al final de sucesivas audiciones queda esa sensación, la del mejor desodorante que no abandona gracias a una larga trayectoria que no se acaba, rescatando aquí algunos momentos gloriosos donde todavía consiguen emocionar y demostrando que queda cuerda para rato.

No, no será de sus mejores discos ni tampoco creo que esté entre los 10 mejores internacionales de esta añada, pero “Back roads and abandoned Motels” posee artesanía, alimenta el espíritu, llega al corazón y es un trabajo balsámico muy digno, tanto que los pone nuevamente en el olimpo de los grandes. Ah, y además tanto el título como la portada… le van al pelazo.