Una noche de rock ‘n’ roll con JOHN PAUL KEITH (crónica concierto Sala 16 Toneladas, Valencia 22-11-2016)

JOHN PAUL KEITH (crónica concierto Sala 16 Toneladas, Valencia 22-11-2016) 1

...se apoderó de cada ángulo y rincón de la sala el espíritu de los pioneros fifties, el de Roy Orbison, el de Buddy Holly,…, hasta en plena coyuntura podía comprenderse lo que sintieron los Beatles o el resto de su generación...
Dudo mucho que los afortunados concurrentes al concierto de JOHN PAUL KEITH en la Sala 16 Toneladas de Valencia olviden pronto lo que sucedió entre sus cuatro paredes durante la pasada noche del 22 de noviembre del año en curso. Es fácil que más de uno, entre el poco más de medio centenar de privilegiados, haya contado a sus más allegados la experiencia musical allí acontecida.

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Porque aquello no fue un concierto de rock más que sumar a una larga lista de buenos eventos que uno haya podido contemplar. Para un servidor, por ejemplo, se produjo el acto de comunión rocanrolera que tanto se desea, ese que sucede muy de vez en cuando, ese en el que se produce una especie de ceremonial de hechicería, ilusionismo o simplemente fascinación por lo que está sucediendo encima de un escenario. No hablo de espectáculo, hablo solamente de esa alianza entre los instrumentos musicales, la voz, una actitud y un espíritu que acapara todos los sentidos, esa magia que no queda relegada a mejores o peores momentos sino aquella que absorbe con admiración y pasmo durante cada instante de la actuación. 

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Y es que John Paul Keith demostró en primer lugar que tiene tablas, en segundo que con una tremenda versatilidad se prodiga a la perfección en los registros vocales e instrumentales de cualquier estilo americano que tenga que ver con el rhythm&blues, rock ‘n’ roll, rockabilly, country, pop sixtie,…, y en tercero que aparenta una humildad, sencillez, integridad y aptitud que seduce. A ello hay que agregar la excelente banda acompañante en la que cada uno de sus miembros al bajo, al órgano y a la batería exhibieron un poderío y un carisma excepcional. 

Tal y como se inicia “Memphis 3Am”, el flamante disco más recientemente publicado hasta la fecha (2013) del cantante y compositor de Knoxville (Tennessee), comenzó el asunto. One, two three, four, y directamente con You really oughta be with me comenzó a eclipsar. El mencionado álbum acabaría siendo el plato más fuerte de la velada, no faltando a la cita otras suculentas delicias como Everything’s different now”, “We got all night” o “If you catch me staring”. De igual modo, los esqueletos presentes oscilaron a ritmo de felinos callejeros en True hard Money o Baby we’re a bad idea, mientras que en ambrosias como Ninety proof kiss”, “Walking along the laneo New year’s evese apoderó de cada ángulo y rincón de la sala el espíritu de los pioneros fifties, el de Roy Orbison, el de Buddy Holly,…, hasta en plena coyuntura podía comprenderse lo que sintieron los Beatles o el resto de su generación cuando cada melodía parecía surgir sin esfuerzo, espontánea, deslumbrando a los escasos jóvenes allí presentes y, probablemente de forma más notoria, a los que no eran tan jóvenes. 

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Se sumaron a la fiesta nuevas canciones que posiblemente formen parte de un nuevo álbum como 901 number”, "Miracle drug",..., y entre las que se podrían destacar Let me be sweet to you o Something so wrong que ya habían tenido algo de difusión desde el concierto acústico de Diciembre del 2015 en el Lafayette’s Music Room de Memphis. 

Del fenomenal “The man that time forgot” del 2011 desfilaron “Never could say no”, “You devil you“, “Anyone can do it (un exquisito himno que probablemente esté bendecido por San Joe Strummer), Songs for sale”, la garagera Afraid to look o la siempre espectacular I work at night

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En cuanto a aquel lozano y descocado album de debut “Spills and thrills” en el 2009 se unieron a esta venerable causa un rocanrol de casta como Pure cane sugar, una balada inmensa como Rock n roll will break your heart y un brillante colofón con Lookin’ for a thrill, el que fuera primer single junto a The One Four Fives en el 2008. 

Un amigo íntimo me preguntó antes de ir al concierto quién era el tal John Paul Keith. Sin cavilar en exceso le dije que el mejor artista de rocanrol que ha salido en el panorama internacional de los últimos 8 años. Observé un reojo y una media sonrisa como insinuando que había sido ‘muy exagerao’, hasta el punto de generarme dudas sobre mi apasionada aseveración. Pues hala, después de lo visto me reafirmo, el Sr.John Paul Keith superó en vivo y en directo todas las expectativas depositadas, y eso que eran muy altas. En definitiva, que el rock & roll necesita a este fenómeno mucho más que a otros divos con más pose y aparente superioridad.

* Todas las fotos publicadas son del archivo personal del redactor JJ.

Comentarios

  1. Espléndida crónica. Se nota que disfrutaste. ¡Qué bueno!

    Gracias.

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  2. Por tus palabras se nota que disfrutasteis de una noche de rock and roll made in JP Keith, dos veces le he visto y en ambos eventos sentí justamente lo que nos cuentas aquí, el sábado pasa por vitoria, intentaré escaparme, aunque lo veo complicado.
    Abrazos.

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  3. Una noche inolvidable, amigos. John Paul Keith es un grande. Abrazos.

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