Concierto histórico: 25 años de DOCTOR DIVAGO (Wah Wah, 17-1-15)

...fe, tesón y actitud en la banda valenciana más longeva y en uno de los grandes referentes a nivel nacional... 

Hace casi 5 años, poco después de aquel histórico 6 de marzo del 2010, comenzaba el que suscribe una crónica sobre DOCTOR DIVAGO diciendo más o menos que este grupo musical lo había conseguido, que veinte años era una cifra nada desdeñable, al alcance de pocos privilegiados en el mundo del pop-rock nacional. Y eso sin haber gozado del beneplácito de una gran popularidad o éxito masivo, y de que a pesar de las innumerables trabas se había convertido a base de fe, tesón y actitud en la banda valenciana más longeva y en uno de los grandes referentes a nivel nacional. 

Ahora el tiempo repite después de un lustro la misma situación y los mismos protagonistas. Bueno, todos exactamente no. Juraría que son más los que valoran actualmente el cuarto de siglo de los valencianos. Y es que es eso, les avalan diez discos, incalculabes conciertos a sus espaldas y en esta efemérides un recopilatorio, un documental y un libro donde se repasa su trayectoria. Y lo más fuerte, o quizás sea mejor decir lo más sorprendente, su estado de forma actual, parece que no pasen los años, quizás una pócima mágica de eterna juventud (o quizás es que este Doctor sea un eterno adolescente, como reza una estrofa de la nunca suficientemente reverenciada Srta.Alfa). 

He visto muchas veces a Doctor Divago en directo (cuando superas la docena pierdes la cuenta exacta) y nunca me han defraudado. Un valor real, seguro (como en sus discos de estudio). Incluso, por qué no decirlo, en alza. Intuía que se habrían preparado a conciencia para la ocasión y las expectativas eran muy altas. 

Bien, creo que en este concierto estuvieron a la altura de las circunstancias. Auténtico despliegue rockanrolero en un festín del que, sin importarme parecer el fan más entusiasta, me atrevería a jurar que dejó sobradamente satisfecha a la totalidad de la concurrencia. 

“Vacío mi copa y la vuelvo a llenar por los amigos que se marcharon…”, así, con “Los tontos buenos tiempos" comenzaba el recital. “Ligero como una pluma”, “Taxista de memoria fotográfica” y una petición de “Silencio” a la vocecilla de arriba sonarían implacables después. 

Continuó la nómina de hipertemazos con “Gracia Imperio”, “La habitación de Charo”, “No tan bueno” y un “No necesito más reproches” que hizo más vicioso el círculo. Se sumaron a la procesión “A la vez” (quizás el temazo de “El loco del chándal” fue con el que más disfruté de la despensa divaguiana), dos de las mejores coplas del cancionero español como son la “Srta.Alfa” y “Un minuto antes de la realidad”, y la habitual versión de Nino Bravo “Voy buscando” con mención especial de Manolo Bertrán para sus dos compositores Pablo Herrero y Jose Luis Armenteros dentro de una habitual y loable reivindicación hacia los grandes referentes generacionales de la música española, como en este caso el mencionado dúo tras su salida del grupo sixtie Los Relámpagos. 

La tralla de “El asesino tocaba la armónica” o “Frunciendo el ceño” con un Chumi desbocado que dotaba del mayor esplendor a su instrumento de viento, los fragmentos del pasado con “En otra vida”, la descarga eléctrica de “Lo que me desespera”, el misticismo de “Clínica del alma en Navidad” o los fantasmas cotidianos de “Jugando a pillar en el limbo” sirvieron de preparación para los momentos más emotivos de la velada.

Cisco Fran, líder de La Gran Esperanza Blanca, fue el primero de los invitados y el encargado de poner la nota dylanita al evento con la conocida adaptación al castellano del “Love minus zero, no limit” que el de Minnesota editó en 1965. A ella se unió un homenaje conjunto al púgil de los años treinta “Barney Ross”.

Momentos hubieron muchos para congelar en el tiempo pero el del gran Julio Galcerá fue de pelopunta, de lo más emotivo que recuerdo desde hace bastante en un concierto. De nuevo dos adaptaciones de nuestras viejas glorias. Primero con “Cuando caminas” que el grupo catalán Los Pumas realizó en el 65 del clásico “When you walk in the room” de Jackie deShannon que popularizaron los Searchers y, sobre todo, con un impresionante “Todo negro”, vía Los Salvajes del "Paint it black" de Sus Majestades los Rolling Stones. Tremendo escuchar en boca de este artista invidente uno de los grandes clásicos de la historia.
  

Con el decano del rock valenciano Victor Ortíz se recuperó para la causa su clásico “Días sin mañana”, la lectura del 66 que su grupo Los Huracanes realizó del himno pacifista de Barry McGuire, y “La mala herencia”, el tema que ya compartió el citado con Doctor Divago en la soberbia “Revuelta elemental” del 2006. 

El bis de rigor elevando la temperatura dejaba un gran sabor de boca a los asistentes con cuatro perlas divaguianas de la talla de “Solo la mitad de la mitad de mí”, “Eva”, “El vertiginoso atleta moral” y “Tirando a dar”.

Definitivamente el rock español debe sentir orgullo. DOCTOR DIVAGO llevan en la pomada 25 años. Los suficientes esperamos volver a brindar cuando lleguen los 30 años de tontos buenos tiempos, eso sería una magnífica señal. Larga vida al Doctor Divago.

      * Fotos: cortesía de Perrín Muchacho Bass y de Bronco Farelli