CRACKER - Concierto 24-1-2010

Agotadas las entradas del jueves 21 en la Sala Wah Wah de Valencia, algún ser magnánimo de humanidad tuvo la grata idea de que tras el paso de CRACKER por Barcelona y Murcia, y antes de enfilar por la A3 en dirección a Madrid, Bilbao, Gijon, Santander y Santiago, repitieran evento en la ciudad del Turia el domingo 24 de enero del 2010 para fortuna de los que se quedaron sin localidades.

Andaban avisados mis valiosos acompañantes. Como aperitivo a la banda de Lowery, un telonero de lujo de la terreta, la emergente banda valenciana EURO-TRASH GIRL, cuyo nombre rinde tributo a una de las canciones más emblemáticas del grupo americano protagonista de la velada.

Repasaron temas de sus dos álbumes “Something to tell you” y “Kiss away the rain”, y entre flirteos sónicos de Neil Young, Teenage Fanclub y Bettie Serveert, la carismática Judith consiguió cautivar y poner a punto al personal asistente. Mención especial al momento álgido de “So what about you”.

Vamos con el plato fuerte. Los CRACKER nunca fallan, por tanto no era un concierto de apostarlo todo a una sola carta o de tirar la moneda a ver si sale cara. Podían tener mejor o peor día pero había plena seguridad y garantía de que la satisfacción iba a ser generalizada (o quizás es que yo tengo una insana devoción por este grupo).

Con los primeros acordes comenzó a verse brillar una luz en el horizonte. Mr.Lowery, con una barba perfectamente adecentada, aparentaba un profesor de filología inglesa y “I see the light” hacía presagiar una noche cargadita de aventuras. A partir de ese momento todo podía ser posible. Bajar a las catacumbas de las raíces americanas, tener sabor a un clásico de country-rock, y acercar el punk al folk pasando por la psicodelia resulta relativamente fácil si hablamos de los Cracker.

Y qué decir de las baladas, tiernas, profundas, directas al corazón del alma. Un trallazo como “Teen angst” ponía al personal al borde del clímax. El eclecticismo de Cracker, heredero de los siempre legendarios y reivindicables Camper Van Beethoven no dejaba impasible a nadie. El versatil guitarrista Johnny Hickman adquiría mayor peso y protagonismo como vocalista que en anteriores conciertos pasados.

Éxitos más populares como “Happy birthday to me” o “Low” sonaron a las mil maravillas. Nunca estuvo tan cerca Dylan o Gram Parsons de los Clash, y nunca estuvieron los Clash tan cerca de los Pixies. Oro puro, esencia del mejor rock alternativo. “Euro-Trash girl” y “Nostalgia” fueron un lujo auditivo. Un recorrido espectacular durante dos horas. De hecho cuentan con una de las discografías más íntegras y valiosas de las últimas bandas americanas de las dos últimas décadas. A destacar dos momentos claves que consiguieron hacer levitar a buena parte del respetable dentro de esas joyas ocultas de su discografía: “Movie star” y “Sweet thistle pie”, mientras que los temas de su último álbum “Sunrise in the land of milk and honey” se sucedían intercalados aparentando formar parte de los mejores clásicos de la banda, tocando cima en “Yalla yallla (let go)” o “Turn on tune in drop out with me”.


No ha sido el mejor concierto que ha visto el que suscribe de Cracker, pero qué jodidamente buenos son estos tipos y qué buen sabor de boca dejan estos auténticos privilegiados a los que no parece que les pesen los años. Cracker forever!!!

Por Jota Jota